xvii

42 5 10
                                    

Maia empezó a reaparecer en mi vida en sueños. Durante casi un mes, estuve soñando con ella casi a diario. Despertaba sudando y tembloroso, y siempre a las 3:33 am. Soñaba que Maia estaba de pie en aquella carretera lluviosa donde me senté a llorar el día que me dijo que regresó con Gustavo; y luego, sin que nadie haga nada, se recostaba en la pista a la espera del tráiler de lácteos que pasaba siempre a la Misma hora: 7:00pm. Yo gritaba y trataba de ponerla en pie, antes que el tráiler acabe con su vida, pero de la nada aparecía allí Alexia, y me aferraba a ella como prohibiéndome que vaya a salvar a Maia. Siempre veía aparecer el tráiler en el horizonte. Y siempre despertaba cuando estaba a punto de acabar con la vida de Maia.

Alexia no sabía eso de mi. A pesar de haber conocido a Maia en tan poco tiempo, me enamoré de ella como no había querido a nadie más. Ni siquiera a Alexia, a quien quería mucho. Trataba de seguir olvidando a Maia cada día, pero la sombra de su recuerdo se hizo más intermitente en sueños, hasta que su nombre se me escapó. Había estado frente al mar en una tarde como cualquiera, conversando con Alexia sobre el futuro, nuestro futuro. Y, de la Nada, como agua entre los dedos, se me escurrió el nombre de Maia, saliendo del hoyo más profundo de mi corazón, donde había decidido ponerla a ella y a sus recuerdos.

- ¿Maia? ¿Quien es Maia? -preguntó Alexia, arqueando una ceja y haciéndose hacia atrás.
- Alexia -me puse nervioso- es...bueno, era una amiga.
- Y, ¿por qué te pones tan nervioso? -me continuó interrogando- ¿que hubo con esa Maia?
- Nada, absolutamente nada -respondí sin titubear, seguro de mis palabras- solo fue una amiga y no más.
- Entiendo mi amor, - se calmó, o eso creí- pero si solo fue una amiga ¿por qué no te has vuelto a comunicar con ella.
- Perdí todo contacto con el pasado. No quiero saber nada de ello.
- Si, entiendo Gabriel. Pero -me dijo mirándome a los ojos, y yo presentí que esta sería una mala noticia- sabes, pues quería contarte algo al respecto. Me invitaron a un recital de música en inglés en una ciudad que está muy cerca de donde vivías antes. Así que, quisiera ir contigo. ¿verdad que si irás?
- Pero, Alexia, hace un año que he perdido contacto con todo lo que involucra mi pasado. Lo siento, no quisiera ir.
- Amor, por favor. Prometo que solo será un momento. Cantaré y volveremos de inmediato en él auto de Jorge. No seas malo. Di que si.
Mire a Alexia con la intención de volver a negarme, rotundamente, a regresar a esa maldita ciudad, a ese maldito pasado; pero, cuando iba a abrir mis labios para negarme una vez más, se acercó y me besó, no dejándome chance de poder intentar siquiera, pronunciar una letra.
- De acuerdo, Alexia. Iré contigo.

Me aturdí. Supe que este viaje iba a cambiar todo y tenía miedo.

Soñé con Maia la noche previa al viaje, pero esta vez, iba con ella y era Alexia la que se quedaba llorando, sola, al pie de la pista, mientras Maia y yo nos confundíamos en un abrazo interminable.

La verdad, no era nada alejado a la posible realidad.

El Eterno Ilusionado [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora