El Eterno Ilusionado [TERMINADO]

iii

- ¿Aló?
- ¿Maia?
- No, tonto, soy una chica superpoderosa.
- Superguapa eres.
- jaja, tarado. ¿Qué haces?
- ¿Además de Extrañarte y pensar en ti? Uhm, estaba conversando con el idiota de mi hermano.
- Hola cuñada!!!
- ¡¡Imbécil, o te callas o te pateo!! -le dije cubriendo el teléfono, a Juan- ya no te pases de gracioso.
- Gabo, ¿estás allí?
- Lo siento Maia, este tarado molestando.
- Oye, no seas cruel. Tu hermano me cae genial.
- "Menos mal, serás su cuñada muy pronto" -pensé- jaja, si, lo es. Aunque por lo general es un...mejor ni decírtelo, no vale la pena. ¿Tú en que estás?
- Ah cierto, justo por eso te llamaba. Estoy aburrida en casa, quería saber si me podías acompañar al centro solo un momento. Claro, si es que estás desocupado.
- ¿Bromeas? Siempre estoy disponible para ti. ¿Quieres que pase por ti?
- Eres genial, Gabo. Si, please. Te espero en media hora, ¿de acuerdo?
- Ni digas, en quince minutos estoy allí.
- Jaja, tonto. Te espero.

- Wuuuuuu, Gabriel tiene una cita, Gabriel tiene una cita.
- Eres un tarado, pero no te diré nada ya. ¿Vamos? -dije a Juan, ignorando el por qué de mi absurda pregunta y la sonrisa de tonto que se había dibujado en mi rostro.
- Vamos, te tabeo hasta la puerta de su casa.
- Eres un sol, wey!
- Jaja, te costará una cerveza, hermanito.