Hermana De Harley Quinn (Joker y tu)

Capítulo 18

Él está sentado frente a mi, un solo foco ilumina la habituación, no, me ilumina a mi. La luz es tan pobre que parte de su rostro esta oculto en la oscuridad,  tamborilea sobre su pierna, la sonrisa sádica ha desaparecido y aunque no puedo ver sus ojos siento su penetrante mirada sobre mi. Bueno no veo nada más que mis piernas y se todo lo de más porque lleva mucho tiempo es ese mismo lugar. Mi cabeza está agachada y mis cabellos largos cubren mi rostro, yo también no me he movido desde ¿mucho? No se la verdad.

Este dolor en el corazón es inmenso, mis lágrimas no han cesado y creo que eso nunca pasara. Tal vez si hubiera hecho caso a la advertencia esto no estuviera pasando, pero no, fui tan egoísta que ignore todo.

Ahora ya no me importa nada, de hecho creo que él lo sabe. No he puesto resistencia a nada, cuando digo a nada es nada. Intento violarme otra vez y no dije nada, no hice nada, no moví mi un solo músculo. Ni siquiera cerré los ojos, el dolor de mi corazón es mucho, mucho más fuerte que el físico y lo digo porque golpeó mis mejillas repetidas veces para que hiciera algo pero lo único que hacía y hago es llorar, ni siquiera sollozo las lágrimas resbalan como si estuviera rota y de hecho lo estoy.

Es como me siento, rota y sin vida. Ahora puede hacer lo que quiera conmigo ¿Por que no lo hace? ¿Por que se queda ahí sin hacer nada?  ¿Por que mierda no termina conmigo? ¿Por que me hace esto a mi? ¿Que he hecho yo para estar aquí?

Mi respiración es tan calmada que no parece que este atada a una silla, con mis mejillas rojas por sus golpes, ni que mi vestido celeste hoy tenga manchas de sangre y que mis manos estén de igual forma. ¿Siento que este vacío ya lo he sentido antes? Es como si otra vez perdiera algo que me importa y que mi corazón no lo soporta, no otra vez.

Pero yo nunca he perdido nada, siempre fui feliz con mis tíos, una niña sonriente. Jamás he llorado, perdón, jamás había llorado hasta que él apareció con su sínica sonrisa, su cabello verde, sus malditos ojos azules. Hasta que él apareció he llorado todo lo que no llore en toda mi existencia, el ha sacado otra yo que jamás he sido.

Miedo, lágrimas, suplicas, pérdida, dolor y nada. Eso ha causado en mi en menos de ¿Que? ¿10, 15 Días? Ni idea, no es como que cuente los días que ha tardado en acabar conmigo y dejarme vacía.

-¿Te piensas quedar así mucho tiempo? -- pregunta, pero como dije he dejado de luchar desde que salí de donde estaba a salvo y feliz, donde me sentía yo o ¿Esta es la verdadera yo?

Sería patético ser tan débil, pero no, estoy segura que no soy así. De hecho con todo el miedo que él infunde me he defendido como he podido, he escapado de su persona y aunque él tenga muchísima más fuerza por naturaleza no he dejado que abuse de mi, no sin dar pelea porque ha estado apunto. Claro estoy hablando del ayer, no del hoy, así que no fui débil. Puede matarme ahora y no sentiría nada aparte de la bala atravesando alguna parte de mi cuerpo o un cuchillo si decidiera hacerlo de esa manera para bañarse en mi sangre.

-¡Responde! -- grita y se levanta -- Deja de llorar -- exige con furia tomando mi cabello para levantar mi cabeza, el agarre es fuerte pero no digo nada solo veo su rostro en forma neutral.

Sus ojos me siguen pareciendo los más puros que he visto, es la primera vez que unos ojos engañan. Él no es puro así que no tiene porque tener esa mirada.

-De está manera nada es divertido -- es la primera vez que lo escucho hablar tan serio -- Sabes si te quisiera como un arma en estos momentos serias perfecta, neutra sin ninguna emoción -- dice buscando algo en mis ojos que no encontró, mi rostro se gira a un lado por el impacto de su mano en mi mejilla -- Ni siquiera tengo tu dolor, tu sufrimiento. Sólo tengo lágrimas, pero no las que quiero. Estas son vacías -- gruñe, no tengo sufrimiento.