~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)

Capítulo 77: "Abasiofilia."

Como siempre, la mirada de Sadako se mostraba envolvente y punzante. Era como si con tan sólo clavar la vista sobre los rojizos ojos del pelinegro intentara obtener la respuesta que buscaba sin que fuera necesario que él abriera aquellos delicados y lindos labios con costuras.

Juuzou apretó la mandíbula haciendo un puchero hacia la izquierda y tragando saliva, buscó las palabras indicadas dentro de su cabeza para responderle aquella delicada pregunta. Finalmente halló una sola.

— Sí... — respondió subiendo la mirada algo incómodo.

— Aaah... — Sadako guardó silencio unos momentos y dio un sorbo al vaso de agua que tenía en frente. — Igual era de esperarse que algo así ocurriera, después de todo lo que pasó. — dijo sin importancia mirando hacia la recepción.

Juuzou tenía una mirada desorbitada. Estaba intentando disimular, pero se le estaba haciendo difícil. Tampoco sabía que decirle, además... él tuvo que hacerse cargo de autorizar aquella intervención quirúrgica.

— Era un "medio-humano", ¿verdad?... — preguntó la joven dirigiendo la mirada nuevamente a su novio.

— Sí... fue por eso que... — aquellas fueron las únicas palabras que pudieron salir de su boca antes de que el nudo obstruyera las demás... aunque en el fondo, no había nada más que decir.

— Ya veo. Entonces está bien. — dijo ella sonriendo.

Juuzou se sintió descompuesto de un segundo para otro. No podía ser posible toda esa calma y serenidad, algo debía estar pasando. Incluso prefería que hubiese estallado en llanto o hubiese ido a golpear una muralla o que hubiese explotado en ira. Era lo más acorde después de todo, ¿no?

— ¡Koneko-chan... yo! — alcanzó a exclamar el chico antes de que llegara una garzona con su almuerzo.

— Aquí está su pedido, disculpen la demora. — se excusó la chica que depositó los platos correspondientes en donde debían ir sobre la mesa. Seguido a eso, hizo una reverencia para después dar media vuelta y marcharse dejándolos a solas.

— Muchas gracias. — respondió la pelinegra en un tono de voz alto para que la mujer alcanzara a escuchar.

Sadako tomó su hamburguesa y le dio un bocado saboreándolo con muchas ganas. Juuzou la había quedado mirando con los puños apoyados sobre sus rodillas y con una expresión neutra. Luego se encogió de hombros y suspiró. 

— Aaaah~ extrañaba tanto comer comida real. La del hospital sabía a plástico. Nee, Suzu-chan, ¿acaso no vas a comer? — preguntó Sadako con ambas mejillas llenas.  

— Oh... sí. Es sólo que... — hizo una pausa mirándola mientras ella le daba otro bocado a su comida. — Lo siento... la frase queda corta para lo que en verdad quiero decir.

— Hum... — Sadako dejó de masticar y tragó el alimento de su boca. — ¿Desde cuándo él habla de esa forma? De verdad está algo distinto de como solía ser... ya no es tan extrovertido. Ya veo, Suzu-chan, tú... creciste... — pensó para sí misma con una sonrisa dibujada en sus labios. — Jaja, que tontito eres, ni que fuera tu culpa. — sonrió cálidamente sorbiendo su gaseosa a través de la pajilla.  

— Yo fui el que dio el consentimiento... — expresó el chico con un tono seco.

— Bueno, no tengo a nadie más. Debías ser tú. — dijo Sadako volviendo a darle un mordisco a la hamburguesa.  

— Pero... — Juuzou no tenía palabras para rebatirle, pero no quería dejar de hablar puesto que muy en el fondo nada le servía de consuelo y necesitaba sacarse esa culpabilidad de encima. 

— Pero nada... supongo que hubiera muerto y el bebé también de no haber abortado. Jaja, ¿te lo imaginas? Supongo que fue antes de la operación Quinx, ¿no? — dijo ella en un tono amable.