~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)

Capítulo 87: "Preparativos."

Mientras la nieve caía en cámara lenta, Sadako bajó del camión y se dirigió a Juuzou de inmediato entretanto armaba en su cabeza paso a paso la pauta de su plan. Se había demorado unos minutos, pero ya había realizado aquella llamada la cuál era el principio de la misión. Sin darse vueltas, antes de explicarle nada a su novio, le informó que necesitaba conseguir un plano de la ferretería, por lo cual fueron directamente con el hombre encargado de los demás investigadores de oficina.

— Oooh, lo siento. Pero planos de instalaciones es bastante difícil de conseguir, y si se logra toma algo de tiempo. — dijo el investigador apenado y encogiéndose de hombros.

— Yo he estado en esta ferretería antes... tengo una idea vaga de como es por dentro. — dijo uno de las palomas que había logrado escuchar algo.

— ¿De verdad? De ser así, ¿podría hacer un dibujo breve?— preguntó Sadako con su mirada brillando titilante. De no ser por aquel hombre, las cosas se habrían complicado puesto que al escudriñar podrían descubrirla logrando así tirar todo el plan por la borda.

El mayor asintió con la cabeza, se agachó de cuclillas y tomó una varilla del suelo para comenzar a dibujar sobre la nieve.

— Ésta es la puerta de entrada, pero al igual que las ventanas, están cerradas por rejas metálicas. En esta parte trasera, hay una bodega donde guardan la mercancía para reponerla, esa puerta la cierran con cadenas y candados. También arriba hay un tragaluz. Por lo tanto todos los accesos de entrada están limitados. Para entrar sí o sí se van a dar cuenta... — explicó el mayor a medida que dibujaba.

— Disculpe esto es importante, ¿usted sabe dónde está el conducto de ventilación? — interrumpió Sadako ladeando su cabeza.

— Por lo general, siempre está en la parte de atrás, cerca de la bodega, ¿por qué...? — respondió para luego interrogar con curiosidad.

— Porque el conducto de ventilación... es la llave. — dijo ella sonriendo posteriormente dirigiéndose a Juuzou. — Suzu-chan, necesitamos entrar a la bodega.

— ¿Huh, para qué? — preguntó con una graciosa cara de ojos pequeños.

— Sé que te dije que te contaría de que va todo, pero prefiero sorprenderte. ¿Puedo, puedo? — preguntó ella dando pequeños brincos como una niña pequeña mientras tomaba las manos del contrario. — Solo ven...

Juuzou asintió sin poder si quiera decir "si" entre que era jalado por la chica de la mano. Fueron a pie a la ferretería y al acercarse a la puerta que suponía que daba a la bodega, se percataron que efectivamente, tal y como había dicho el investigador... estaba cerrada con unas cadenas y un gran candado.

— Sin llave no podemos entrar... y si lo rompemos a la fuerza hará mucho ruido. — susurró el pelinegro en voz baja.

Sadako quedó pensativa un momento y comenzó a quitarse la parte de arriba de su traje de combate. Juuzou la miró algo confundido y abrió la boca para preguntarle que tramaba sin poder ni siquiera alcanzar a articular una sílaba.

— Ten esto... — le entregó en las manos la pechera y espaldera rígida mientras se quitaba una remera que traía debajo. Después le volvió a arrebatar su "armadura" para colocársela nuevamente.

— ¿Qué harás con tu ropa? — preguntó Juuzou encogido de hombros.

— Recoge esa roca de ahí... la grande... — señaló Sadako en dirección al piso con el dedo índice. Mientras el joven volteaba, ella rajó su ropa a la mitad.

Juuzou hizo caso al tener más o menos una idea de lo que su novia planeaba con respecto al candado, por lo tanto se agachó a cumplir su petición. De un momento a otro, al tener aquella roca entre sus dedos, pudo notar como el frío contraste de ésta contra la yema de sus dedos no era nada en comparación al frío de aquella noche. Y es ahí cuando pudo percatarse que por cada respiración, una nube de vapor acompañaba cada exhalación. Se levantó, extendió su mano hacia la joven con la piedra en ella e hizo entrega de la susodicha.