~✘Stitched Heart✘~ (Juuzou Suzuya/Tokyo Ghoul's FanFic)

Capítulo 88: "¡Ka-Boom!"

La nieve se había apaciguado pero el frío aún daba la sensación de que resecara la piel de la cara y las extremidades. Sadako llenó sus manos con aliento y luego las frotó para ganar algo de calor en cuanto el gas supresor Rc comenzó a correr por la manga filtrándose al conducto de ventilación. La pelinegra se sentó rápidamente al lado del tragaluz mientras buscaba un tema en su lista de reproducción. Se colocó los audífonos y en el mismo instante que deslizó su dedo para reproducir su tema inspiracional, una escalofriante sonrisa se dibujó en sus labios.

— Esto cabe como anillo al dedo... — rió en voz baja comenzando a preparar su plan para efectuarlo. 

♪♫Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Ka-Boom, Ka-Boom Ah...
Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Ka-Boom, Ka-Boom Ah... ♪♫


Rompió el envoltorio del rollo de papel aluminio y comenzó a romperlo en largas tiritas que fue depositando entremedio de sus piernas para que no se volaran con la brisa. Sus laboriosos dedos trabajaban con velocidad mientras que su pie se movía al ritmo de la batería.

— Esto... ¿no te sientes raro? — le preguntó un ghoul dentro de la ferretería a su camarada. 

— No sé de que hablas... — le respondió el necrófago a su compañero que lo había ignorado en su totalidad.


♪♫Somos una banda de muerte, el Peter Pan de la carreta.
Entretente, pero nunca confíes en nadie sobrio.
Lo más desabrido sabe bien, mi sombrero alto no para de crecer.
Porristas inseguras vierten pompones en la tubería de las bombas...♪♫


Siguió rajando las tiritas de papel hasta que consideró tener las suficientes entre sus piernas. Tomó una entre sus dedos y presionando el pulgar con el índice y medio, movió éstos en forma circular en sentidos opuestos formando una bolita del porte de un caramelo.


♪♫No voy a hacerlo contigo, te lo haré a ti.
Espero que este gancho sea atrapado por tu boca.
No voy a hacerlo contigo, te lo haré a ti.
No digas que no, solo di ahora... ♪♫

Sadako continuó haciendo las bolitas y guardándolas en un estuche compartimiento que tenía en las correas de su pierna. Prosiguió con el mismo procedimiento mientras tarareaba mentalmente y aguantaba la risa como una niña pequeña antes de hacer alguna travesura. La ansiedad tenía sus nervios cosquilleando desde el núcleo de su pecho hasta la yema de los dedos.

— Me siento algo mereado, ¿será falta de sueño? — preguntó otro ghoul tosiendo con la mano empuñada frente a su boca.  

— Yo tengo algo de náuseas. Quizás deberíamos comer algo... ya ha pasado casi un mes desde el último humano. — comentó otro monstruo en respuesta a la queja de su congen. 


♪♫Me gusta un auto grande porque yo soy una gran estrella.
Voy a hacer un gran hit de Rock and Roll.
Me gustaría amarte pero mi corazón es una llaga.
Yo soy, yo soy, soy tan tuyo.
Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Me gustaría a-a-a-a amarte...  ♪♫


— Bien... solo veo a Sadako sentada en el techo, ¿alguna idea, Suzuya-san? — preguntó Nakarai sosteniendo el binocular con ambas manos intrigado por las futuras acciones de su compañera.  
— Neh, ni idea... — dijo Juuzou abriendo la boca para que Hanbee introdujera una galleta para luego volver a mirar nuevamente en dirección hacia su novia.

— Sólo espero que la fuerza del flujo energético de Neptuno le favorezca... ella necesita toda esa canalización. — deseó Miyuki con todas sus buenas vibras. 

— Estemos atentos cualquier cosa, ¿si...? — acotó Mizurou entre que le robaba una galleta a Hanbee. 


♪♫Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Ka-Boom, Ka-Boom Ah.
Me gustaría a-a-a-a amarte... ♪♫


Una vez que terminó de preparar todas las bolitas de papel aluminio que consideró necesarias, la chica ágilmente abrió todos los tarros de pintura dejando las respectivas tapas al lado de cada uno. Luego abrió las botellitas de ácido muriático y vació un poco del químico en cada tarro. Mantuvo la velocidad de sus acciones y abrió delicadamente las bolsas con largos y gruesos clavos para depositar al menos un puñado y medio de ellos en la mezcla.

— Ya falta poco, pequeños ghoulsitos~ haha. — rió Sadako para sí misma levantándose para ir a ver cuánto le quedaba al cargamento de supresor.

La chica le puso pausa al tema y quitándose los audífonos, se acercó a la orilla del techo para notar que el doctor Chigyou estaba retirando cuidadosamente la manga desde abajo.

— Me hubiera avisado... — susurró ella en un tono de voz audible para el científico.