Capítulo 25

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- ¿Alexander podemos hablar?

Tenía miedo de lo que el pudiera llegar a decir. ¿Y si me dejaba por no poder tener hijos? Esa era mi constante pesadilla.

- Si claro. ¿Sobre que exactamente? - responde sereno y me muestra una cálida sonrisa

- Bueno es sobre el tema de tener hijo. - su sonrisa aumenta. - Sólo quiero que sepas que esto no te lo había contado por qué en un principio quería conocerte más y ahora que tu tienes la idea de tener hijos necesito que lo sepas.

Me ve con desconcierto.

Se que puedo, es sólo contarle y esperar su reacción.

- El día que te conté todo el tema de la violación no te lo conté todo. Omite un pequeño detalle.

Frunce el ceño.

- Sigue no te interrumpiré. - me sonríe como siempre

- Luego de eso yo me alejé de todos. No permití que ellos me llevaran al hospital no quería que nadie más se enterara, me sentía mal, me daba asco y repulsión mirarme en el espejo y ver los golpes. Un día mi hermano entró a mi habitación y me encontró inconsciente, recuerdo haber despertado en un hospital y mi madre me abrazaba y me decía que todo estaría bien. Los doctores hablaron conmigo y me explicaron que había tenido un aborto, según ellos tenía alrededor de dos meses y medio. La infección que había tenido me causó tantos problemas de salud que los doctores dijeron que para que en un futuro tuviera hijos, debía someterme a muchos tratamientos y no se tendría garantía de su efectividad. - término de contarle con miedo a su reacción

- Emma perdoname por todas las veces que te hablé del tema. - me abraza y besa la frente.

- Perdoname por no poder darte hijos Alexander. Si no quieres seguir conmigo lo entiendo.

Me levanta el mentón obligándome a verlo a los ojos y niega.

- No sabes cuánto te amo y estas loca si crees que te dejaré por esa tontería. Te tengo a ti y a Theo. Son mi familia. Ya has logrado hacerme el hombre más feliz con tu sola presencia, no necesito de nada más. Si quiero más hijos puedo aportar contigo todos los que queramos. - me da un beso y me sonríe. - Vamos muestrame una sonrisa, eso es lo único que necesito de ti ahora.

- Podríamos intentar algún tratamiento a lo mejor corremos con suerte y si funciona.

- No quiero obligarte a nada. Ya te dije que con los dos me encuentro feliz.

- Hable con un doctor y me dio muchas opciones de tratamiento. Quiero intentarlo. -

Había estado investigando y había tenido una plática con un ginecólogo obstetra. El me dio muchas opciones de tratamiento y quería darme la oportunidad. Podrían funcionar y nada me causaría más alegría que eso.

- Si te sientes segura de hacerlos no tendré ningún problema. - habla tranquilo

- Estoy segura y se que de tu parte no habrá ninguna objeción. - le afirmó

- ¿Y cuántos bebés te gustaría tener? - pregunta emocionado

- Con uno me conformo. ¿Y tu?

- Comparto tu idea. ¿Para cuando podríamos hablar con ese doctor?, quiero estar al tanto de todo Ratona.

Lo veo con enojo y me muestra una señal de perdón.

- No me vuelvas a decir así, es un horrible apodo. Utiliza tu imaginación para otro. - le ordenó molesta

- Eres como un ratón muy pequeño. - defiende su idea

Bufo molesta.

Alexander por lo general tenía unos cambios drásticos de humor, un momento totalmente serio y al otro relajado como un niño.

Gracias A Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora