Capítulo 27

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Dedicado a sakurahanaruu Especialmente a su prima, ella me inspiró.

Ayer había sido un día agotador, primero la maqueta que debía realizar y a la cual le dedique casi todo mi domingo. Luego la salida que tuvimos como familia, sinceramente Alexander esta un poco loco, se queja del acoso de la prensa y al le fascina salir a la calle a que todos estén detrás de una entrevista de su parte.

El problema que había hablado ayer Alexander ya estaba solucionado, hoy en primera plana del periódico estaba una foto de Alexander con Theo y habían otras en las que salíamos los tres juntos y la periodista, resultó ser mujer, hablaba de la maravilla de hombre que era Alexander al defender a su prometida.

- ¡Hey! - grita Lukas corriendo hacia nosotros

Nos detenemos ante su grito y esperamos a que nos alcance.

- ¿Que tal tus clases? - le pregunta Alexa

- No me puedo quejar, aunque estoy muy seguro de que son más llevaderas que las suyas. - responde y todos nosotros asentimos

Luego de haber pasado el primer semestre de arquitectura Lukas decidió que eso no era lo suyo se inclinó por la psicología.

- Hoy irán a recoger los vestidos ¿cierto? - pregunta Elijah y asiento feliz

Ya sólo faltaba un mes y la mayoría de preparativos estaban listos, eran tantas las cosas que se debían escoger qué por momentos tenía la tentadora idea de huir de todo pero gracias las cielo estuvo mi querida madre para ayudarme con la organización.

- ¿Crees que si me quedé? - me pregunta Alexa

- Claro que te quedará, sólo ha crecido un poco. - le doy ánimos

Si estaba embarazada, a todos nos tomó por sorpresa y más que todo a Elijah quien podía jurar que el siempre había utilizado protección. A veces sentía un poco d envidia, pero ya con Alexander habíamos empezado el tratamiento y el doctor nos dijo que habían muchas parejas que gracias a este tratamiento llegaban a tener gemelos o aún más bebés.

(...)

Luego de haber ido a almorzar con los chicos Alexa se quedó conmigo para ir a la última prueba de los vestidos, ella se encontraba asustada de que su vestido no le pudiera quedar, era cómico que yo siendo la novia me encontrará más tranquila, el vestido para mi había sido una elección muy fácil tenía perfectamente claro que no quería ningún vestido extravagante quería algo cómodo y lindo en el cual me sintiera a gusto.

- Hola Anna. - saludamos al mismo tiempo Alexa y yo

- Hola, las estaba esperando. - responder

Se acerca la chica que nos había atendido desde la primera vez que vinimos.

- ¡Señorita Miller! - me saluda feliz. - Los ajustes al vestido ya se le hicieron y déjeme decirle que le lucirá muy hermoso. Si gusta ya puede entrar al probador. - me informa y le respondo un sí

La chica me indica por donde se encuentran los probadores, me entrega mi vestido y me puedo viendo cada detalle del vestido, es simplemente tan hermoso.
Sería totalmente ajustado al cuerpo y tenía unos detalles bordados que lo hacían ver tan elegante.

- Luces tan hermosa Emma. -dice mi Mamá

- Estas muy linda. - alaga Alexa

- ¿Y como se siente señorita? - pregunta la chica

- Los ajustes están bien, ¿me lo podría probar con el velo? - pregunto y la chica asiente para luego desaparecer por unos minutos

- Aquí se encuentra. - me dice la chica mostrándome el velo que había sido de mi madre, era en sí una tradición de familia y con cada chica que se casará se le agregaba una pequeño detalle. Mi madre me lo había enviado desde Londres y la boutique le había hecho un pequeño arreglo

Mi madre se levanta de su asiento y me ayuda a poner el velo.

- Definitivamente pareces una novia. - me abraza y me da un pequeño beso en la mejilla

Me veo en el espejo y mi reflejo me hacía recordar a todas esas fotos que había visto del matrimonio de mis padres.

- ¡¡Estas hermosa!! - me dicen Alexa y Anna

Luego de casi llorar con mi madre me devuelvo años probadores y me quito el vestido, ahora sería la prueba de las damas.

- Me muero por ver sus vestidos. - les animo a que no se demoren y Alexa hace un gesto de inseguridad. - Y tu lucirás muy bien, no seas pesimista y mueve esas piernas mejor. - le doy un pequeño empujón para que camine y suelta una risa

Luego de unos minutos salen y ambas tienen grandes sonrisas en sus rostros, los vestidos eran de un azul claro, el vestido era sólo ajustado en la parte superior y después era holgado.

Definitivamente las pruebas de los vestidos habían sido maravillosas y me encontraba agotada, sólo quería llegar a casa tomar una ducha e irme a dormir.

Me despido de las chicas, que iban para sus casas y de mi madre que tenía una reunión con la madre Bastian, se habían convertido en grandes amigas.

- Alois. - lo llamó dramáticamente y el ríe. - Esto es tan agotador. - le continuo contando y el ríe más. - Te veré vuelto un loco cuando te cases. - le digo en burla y me hace una seña de que mejor no

- Creo que necesitas una siesta. - me recomienda y asiento. Luego de dos años había logrado que me tuteara, era un hombre tan rogado.

Al entrar en la camioneta saco mi teléfono y veo un mensaje.

Alex:
Podrías venir a la empresa te tengo una sorpresa.
Te amo.

- Alois mejor llevame a Baermann's. - digo

Luego de un par de minutos llegó a la empresa y un par de personas me saludan. Tomo unos de los ascensores y al llegar a la oficina de Alexander su asistente me sonríe y le digo que él me había pedido venir y sin problemas ella me permite pasar.

Hace mucho que no sentía este sentimiento de decepción, muchos ya me habían traicionado, ¿por que él? Él que siempre me juro no traicionarme, él que tantas veces dijo que no me haría sufrir, el que tantas veces me dijo que nunca haría nada que me hiciera sentir de la forma como lo habían hecho en el pasado.

Todo se volvió a repetir, mi corazón se rompió al ver la escena en la oficina de Alexander, una mujer besándose con Alexander.

Quería gritar, soltarme a llorar, pero no me lo permite mi consciencia en el pasado ya había sido muy débil y hoy no sería como antes.

Me acerco por a la mujer y la tomo del cabello haciéndola girar de modo que queda en frente mío, le propinó una fuerte cachetada.

- Emma... - pronuncia Alexander y lo cayó antes de que pueda seguir

- ¡¿Que me vas a decir?! - le grito furiosa. - ¡Que no es lo que pienso! ¡Que me lo puedes explicar! - le continuo gritando. - Muchas veces he escuchado esas palabras y ya no creo en ellas Alexander, confíe en ti. - le digo lo último con la voz más quebrada que antes.

- Y tu eres una maldita zorra, ¿que no sabes respetar los hombres de las otras mujeres? Claro que no, si eres una puta más en este asqueroso mundo. - le escupo con asco. Aumento la fuerza de mi agarre y la obligó a verme a los ojos. - Mirame a los ojos cuando te hablo golfa de quinta, me encargare de acabar contigo. - suelto mi agarre y le propinó una cachetada antes de salir de la oficina de Alexander.

"El amor destruye"

"El amor destruye" las amargas palabras que solía repetirme la mujer que me había secuestrado y las mismas palabras que me había dicho Matheus, ahora podía asegurar que esas palabras son ciertas.

▪▪▪✖
Los hombres perfectos no existen, lo siento.
Comenten, haganme saber si les gusto
Tal vez actualizo mañana

03/01/17

Gracias A Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora