Capítulo 29

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Dos horas llorando como una Magdalena en la casa de mis padres, lo primero que hice fue correr a mi madre como una niña pequeña que acaba de lastimarse, quería llorar como nunca antes lo hice y mientras mi madre me consolaba, la opresión que sentía en mi pecho era horrible tanto tiempo juntos, tanto tiempo perdido por un beso.

- ¿Podemos hablar? - me pregunta Elijah en la puerta de la habitación

- Si. - le respondo y en un segundo ya se encuentra al lado mío

- ¿Por que lloras tanto? - me pregunta

- Alexander. - le respondo con la voz un poco ronca y ríe a lo que lo fulminó con la mirada

- Perdón. Pero ¿por que pelearon acaso? - me sigue preguntando

- Lo encontré con otra mujer, el muy estaba besándose con otra mujer. - le digo furiosa y el me abraza

- ¿Estas segura de lo que viste? Puede que allás visto mal, ¿quien era la mujer?

- Estoy segura de que los vi besándose y la zorra esa no se quien era, lo único de lo que me siento orgullosa es que le quite las extensiones que tenía. - le digo lo último un poco feliz

- ¿Extensiones? Estoy seguro de que no vale la pena que te pongas celosa de una mujer así. - me da ánimos

Aunque el tiene razón eso no quita que me sienta mal, creo que hasta si lo hubiera encontrado con un hombre no me habría puesto así, pero es que a parte de la infidelidad todo fue con una mujer que de seguro es más el tiempo que se encuentra dentro de una clínica de estética que en el exterior.

Mi mamá entra con una tasa de té y se sienta al mi lado abrazándome.

- Emma cariño entiendo como te sientes pero ¿no crees que deberías de escucharlo? El hasta el momento ha sido un buen hombre. - habla mi mamá

Desde que le conté todo me ha dicho que le de una oportunidad pero no creo que ella entienda el dolor que para mi es haberlo encontrado pegado como un imán a metal con esa rubia teñida.

- Él me prometió que no me fallaría y ve lo que me hizo. - le digo enojada

- Se que eso duele mucho pero dale el dale el beneficio de la duda. - me aconseja

- ¿Tu como sabes que duele? - le preguntó intrigada y me muestra una sonrisa

- Cariño con tu padre siempre tuve malentendidos, siempre hubo una que otra pelea pero sabes con el tiempo aprendimos algo muy importante. - me dice acercándome más a ella. - Las peleas son obstáculos que califican la calidad de su amor, si se separan a la primera pelea que tengan están dando a entender que su amor es débil, los he visto y su forma de verse, la forma en la que se tratan, es algo mágico que sinceramente no creo que valga la pena perder. ¿Donde encontrarás otro hombre como él? - me pregunta sabiendo ya la respuesta

Sabía que mi relación con Alexander era buena, pero mi orgullo no me permitía dejar pasar esto como si no hubiera sido nada.

- ¿Todo eso es cierto? - le preguntó viéndola fijamente a los ojos y me da como respuesta un sí

- Mi muñequita, antes de que naciera Max las peleas, las separaciones por unos días era algo casi normal en nuestra relación, te daré un consejo de vida, nunca te rindas en una relación lucha siempre por lo que quieras y más cuando se trata de un amor. Siempre habrán personas que lo querrán ver separados y deben saber enfrentarlos y no darles gusto. - habla mi papá y los veo asombrada por su confesión

- ¿Así que lo dejarás hablar? - pregunta mi madre y asiento

Ellos tenían razón no podía botar a la basura dos años de relación. Lo perdonaría pero el tendría que darme muchas explicaciones y hacer mucho para ganar mi confianza otra vez.

- Tendrá que explicarme muy bien todo. ¿Por que tanta insistencia en que lo perdone? - me sonríen inocentemente. - La verdad. - les amenazó

- Hija Bastian dijo que Alexander estaba muy mal y hemos visto lo felices que están juntos.

Ahora todo tenía sentido, todos me habían dicho lo mismo incluso Nickolaus que siempre era un payaso completo, todos me pedían hablar con Alexander y arreglar las cosas.

Alexander.

Me sentía tan mal, desde que empezamos a salir le prometí que nunca la lastimaría y ahora venía esta rubia teñida a dañar casi dos años de relación, la odiaba con todas mis fuerzas y me sentía incapaz de ir a hablar con Emma, no quería ver su rechazo y más que nada año quería verla llorar sabiendo que todo lo cause yo.

Me encontraba en casa, sentado en sala como un idiota, ¿que sera de mí vida si ella ya no se encuentra a mi lado? Sera un completo infierno, me acostumbré tanto a ella que hasta extraño sus locuras, su contagiosa risa, su aroma, el sabor de sus labios, la extraño con una gran locura.

- ¿Quieres que llegue cualquier hombre y te la quite? Estoy cien por ciento seguro de que no, se hombre y ve con ella habla, explicale que no conoces a esa mujer y si es necesario que llores y que te arrodillés hazlo pero por favor no la dejes ir. - interrumpe mis pensamientos Bastian y lo veo desanimado

- Y yo estoy seguro de que ella no me quiere ver en estos momentos Bastian. - le respondo y el solo sonríe. - ¿De que te ríes? No vez que yo estoy sufriendo y tu llegas a burlarte en mi cara. - le reprochó fastidiado

Me sentí un poco mal por la forma en la que le hable a Bastian, pero fue en ese momento tan egoísta que sólo pensé en mi.

- Si sufres es por que quieres, llevo casi dos horas diciéndote que vayas y hables con ella pero eres peor que un niño, eres tan tonto que si no reaccionas ahora la perderás para siempre. Y no me burlo de tu dolor sino de tu idiotez. Pero cada quien escoge como quiere vivir ¿no? Tu soló escogiste sufrir. - me dice enojado para luego desaparecer por la puerta

Las palabras de Bastian caen en mi como un balde de agua fría y me lamento de todos mis errores, fui un tonto, un tonto miedoso pero no la perderé definitivamente no lo haré.

Entro al baño lo más rápido que puedo y tomó una corta ducha, tomo la primera ropa que veo en el armario para salir lo más pronto posible de la casa, diablos donde me había dicho Bastian que estaba Emma vamos piensa.

¡Los Miller! En el departamento de los sus padres, tomo las llaves de la camioneta y me apresuro a llegar allí, no la podría perder y como me había dicho Bastian si era necesario rogarle arrodillado lo haría por nada estaba dispuesto a perderla.

Es en este justo momento en el que me pregunto como pude vivir tanto tiempo sin saber lo que era el amor, tenía un lado placentero ese lado tan angelical que te trasmite y por otro lado era tan doloroso era un completo dolor infernal, pero a fín de cuentas eso es el amor, una mezcla entre lo dulce y lo amargo.

▪▪▪✖
No fui capaz de separarlos, si necesitan alguna terapia de pareja los señores Miller y Bastian son los mejores consejeros.

05/01/17

Gracias A Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora