Hold Me Tight

-27. Namjoon

ㅡ¿Y bien?

Suspiré sentandome justo frente a Yoongi, dejé el café que había pedido en su lado de la mesa y di un sorbo al mío.

Al no obtener respuesta apoyó ambos codos en la mesa y el mentón en sus manos ㅡNamjoon, ¿De qué querías hablar?

ㅡEs difícil ㅡMurmuré para después mirarle a los ojos ㅡ¿No puedes esperar a que Taehyung llegue?

Y como si se tratase de algún tipo de magia, mi amigo mencionado apareció por la puerta procediendo a caminar hasta nosotros para eventualmente sentarse.
Me quedé en silencio, ellos me observaban espectantes y se podía notar su ligera desesperación por saber qué era lo que quería decirles.

ㅡ¿Es algo malo, Nam? ㅡInició Taehyung para quebrar el silencio.

ㅡSe trata de Jin... ㅡMi voz salió en casi un susurro

ㅡ¿Qué hay con él? ㅡEsta vez fue Yoongi quien habló

ㅡHa estado actuando muy extraño, no sé qué le pasa... ㅡLevanté el rostro para poder observarles ㅡCuando sale no sé con quién, corta la conversación... siempre que quiero hablar sobre qué sucede me responde con un simple no pasa nada y luego cambia la conversación.

ㅡQuizá sólo está enojado porque no le llamabas mientras estuviste con tu hermana en Japón ㅡCuando Taehyung terminó de decir eso Yoongi me miró de manera fija haciéndome sentir un poco nervioso.

ㅡA lo que voy es que ㅡHice una pausa y tomé aire ㅡEstamos en la misma casa pero siempre noto su ausencia ㅡFinalmente mi voz se quebró ㅡÉl ya no me ama

ㅡVamos, no digas tonterías ㅡEspetó alguno de los dos, sin embargo no presté atención pues me encontraba sumergido en mis pensamientos.

ㅡÉl ya no me ama, lo puedo ver en sus ojos cuando se digna a hacer contacto visual conmigo... ㅡUna lágrima deslizó por mi mejilla, entonces sentí a alguien tomar mi hombro, era Taehyung.

ㅡHabla con él, Nam, sólo así podrás saber qué es lo que sucede ㅡSuspiró.ㅡ De todas formas, sabes que pase lo que pase siempre vamos a estar aquí para ayudarte.

"¿Por qué todo suena como si fuera a terminar mal?"

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Caminé por las calles transitadas de gente después de salir del café, me encontraba sólo pues los otros dos se habían retirado.

Yo necesitaba tiempo para pensar, por lo tanto en ese lapso me topé con una floreria así que sonreí con amplitud pues a mi mente había llegado una idea; llevé mi mano derecha al bolsillo de mi abrigo negro y me dispuse a entrar.

Era sencillo, compré un ramo de rosas blancas pues la idea de que fueran de color rojo no me resultaba lo suficientemente buena para lo que quería hacer, tras obtener aquellas flores me dediqué a elegir en una tienda alguna caja con buena presentación de los chocolates favoritos de mi novio.

Todo era perfecto, con ellos en mano salí en busca de un taxi que me llevara lo más rápido posible a casa; sin embargo esa no fue una cosa fácil pues debido a la nieve que había comenzado a caer demasiadas personas se encontraban en la tarea de hallar transporte.

ㅡHey, ¡Namjoon!

Giré mi rostro al escuchar aquella voz femenina, no pude evitar sonreír con demasiada amplitud ㅡ¡Kyungmi!

Ella estaba en su automóvil observandome con alegría ㅡ¿Qué haces fuera con un clima como este?

ㅡVine a comprar algunos regalos ㅡLe mostré aquellos ㅡAhora estaba buscando un taxi pero al parecer no hay ninguno disponible

ㅡPues está de suerte guapo, tengo mucho espacio en el mío

Reí por lo bajo ㅡ¿Me dejaría entrar, señorita?

ㅡEso no se pregunta, sube

Y así lo hice, todo aquello me ponía demasiado contento.

ㅡNuevamente eres mi salvación, gracias

. . .

Todo el recorrido fue tranquilo, sin embargo tuvimos que detenernos unos minutos debido al tráfico que existía en una gran avenida.

ㅡ¿Cómo te ha ido desde que volvimos de Japón?

ㅡNo me quejo ㅡMe encogí de hombros ㅡTodo ha sido completamente normal, ¿A ti?

ㅡMucho trabajo ㅡSuspiró avanzando lentamente en el auto pues el movimiento entre los demás tampoco era demasiado.

ㅡSuerte con ello

Me miró unos segundos al mismo tiempo que yo hice igual, ambos soltamos una carcajada y luego me encargué de despeinar un poco su cabello.

ㅡ¡Nam, basta! ㅡRió fuertemente antes de volver a conducir, al fin los autos se estaban dispersando.

Miré la hora, cada vez faltaba menos camino para llegar a casa y por eso mismo mis nervios estaban aumentando de manera exagerada, me sentía como un niño pequeño o igual que un alumno a punto de presentar exámenes importantes. Todo era improvisado pero me mantenía positivo.

ㅡPuedes dejarme en esta esquina ㅡAñadí con amabilidad cuando minutos después estuvimos en la calle donde mi casa se ubicaba, detuvo el auto ㅡGracias por esto y lo del viaje, me hiciste un enorme favor

ㅡVamos, no hay de qué, es lo menos que puedo hacer por ti.

Bajé lentamente del auto y aún sin cerrar la puerta extendi mi mano disponible para darle un apretón amistoso a la suya ㅡNos vemos

ㅡCuídate mucho ㅡMe brindó un gesto cálido, antes de que cerrara la puerta volvió a capturar mi atención ㅡ¡Espera!

ㅡ¿Sí?

ㅡNo sé para quién sea todo, pero te deseo mucho éxito con ello

Asentí

...

Caminé mientras una gran emoción inició recorrido en mi cuerpo, al fin todas las heridas pasadas comenzaban a desaparecer por completo.

Pero no sabía que iban a ser reemplazadas por una más grande, duradera y dolorosa.

Mi caminar se detuvo por completo cuando ante mis ojos aparecieron dos siluetas a unas cuántas viviendas de distancia antes de la que mi novio y yo compartíamos.

Todo hubiera sido normal, pero lamentablemente era lo contrario pues frente a mí pude notar a Jin juntando sus labios con otro chico al cuál había visto antes justo en el momento que llegué de Japón. Ahora todo encajaba, ese fue el mismo día en el que encontré a Jin embriagandose, desde ese momento no había sido igual conmigo. Al fin podía comprender a qué se debía el cambio tan drástico.

El dolor era tanto que no sabía cómo reaccionar, quería llorar pero también deseaba gritar con frustración, me acerqué hasta llegar a ambos ㅡSorpresa, mi amor.