Trece

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Mika

Me levanté de la cama, me tomé la decencia de arreglarla y luego cerré la puerta para ir por los pasillos. Le agradecería a por Yuuichiro su hospitalidad, me despediría y luego me marcharía. Anoche pensé en él; no solo eso. Vi mentalmente una imagen de ambos... Yo estaba encima de Yuuichiro, viéndolo con los ojos de una fiera a punto de comerse un animal que cazó para su propio beneficio. Lo acorralaba y lo consideré un insignificante pedazo de carne. Él sin embargo, sonreía. Sonreía de la manera más grata, sabiendo que yo ganaría y que su único destino sería morirse(pero lo tomaba demasiado bien). Escuché su voz dentro de mi cabeza diciéndome con toda calma: "Estaré bien".
¿Por qué iba a estar bien, siendo yo su asesino? ¿Por qué estaría bien muriéndose? Iba a irme por siempre si eso lo mantenía con vida, me alejaría para que no sufriera mis propias consecuencias.
Se me hizo un nudo en la garganta cuando los pensé

Justamente vi a Yuuichiro encima de una silla, intentando alcanzar la copa del árbol navideño para colocarle la estrella. No lo lograba, era un árbol enorme y él muy bajito. La silla no estaba ayudándolo en nada. Al bajarse me vio con "esa" sonrisa.

—Buenos días, ¿dormiste bien?—Preguntó—
—Si, gracias. ¿Quieres que ponga la estrella por ti?
—No. Nunca puse la estrella. Mis hermanos lo hacen cada año, no se han despertado y es mi oportunidad.
—Así que tus padres no sermoneaban a tus hermanos para que fuese tu turno.
—Algo así, pero nunca me quejé.—Él sigue siendo un niño. Me enterneció—
—Déjame ayudarte entonces, colocarás la estrella este año; ven acá.

Es lo menos que puedo hacer. Me posesioné detrás suyo, tome su delgadísima cintura con ambas manos y sin hacer ningún esfuerzo alcé a Yuuichiro hacia arriba. Alcanzó la altura suficiente. No requerí pararme de puntillas, soy mucho más alto que él y aunque no tuviera la desbordante fuerza de un vampiro, sería capaz de sentir su pequeña figura como si nada.

Cuando alzó su brazo, la estrella se quedó quieta en la copa del árbol, bajé a Yuuichiro pero le sonreí (no quise hacerlo).

—¿Feliz, niño?
—Gracias por haberme cargado. —Me devolvió la sonrisa y tampoco quise eso, hacer lo correcto por su propio bien me resultó más difícil de lo que pensé. Aún así, debo protegerlo de mi lo más pronto posible... Mi apetito nunca juega limpio, se activa en cualquier instante—

Me le acerqué y tomé a Yuuichiro de sus hombros; mis manos eran más grandes.

—Agradezco tu completa hospitalidad, y que me hayas dado posada por una noche. Me tengo que ir ya. —Dije, pero su sonrisa se esfumó. Bajó su mirada al igual que cuando su hermano mayor  regañó a la perrita por mordisquear su zapato. La cara de ambos es idéntica. Yuuichiro no dice nada, parece herido y no debería estarlo, más bien no creí que se despediría sin sonreírme... Pero tampoco está despidiéndose.

—Hay nieve amontonada en las calles, está muy alta.
—Tomaré otro camino.
—¿Cuál?
—No lo sé, ya me las arreglaré.
—Solamente hay una estación, y está a muchos kilómetros de aquí.
—Iré a la estación entonces.
—Es a casi diez kilómetros.
—Suenas cómo si quisieras que me quedara.
—Pensé que estarías más tiempo.
—Anoche dijiste que sería un día, o que me ayudarías a regresar.
—Anoche pensé que buscabas posada pero te perdiste y no sabias a donde ir. Pensé... Que podrías quedarte conmigo.
—Te equivocaste, niño, no te encariñes con todo el mundo.
—No lo hago. Quería ayudarte.
—Ya me ayudaste.
No supe que estábamos haciendo , o creo que ninguno de los dos lo sabía. Yuuichiro pareció posesivo y por unos segundos creí que se le zafó un tornillo. No obstante, me sonrió. No supe el motivo.

—Lo siento.
—No te disculpes, esa no es manera de despedirse. — Le solté los hombros hace rato. pero él me los tomó—
—Tienes razón. Pero, las despedidas no tienen porqué siempre ser tristes. ¿Quieres dar un paseo antes de que te vayas?
—Con una condición. —Sentencié— No me secuestres.
—Trato hecho. —Se rió, pero también lo hice.— Berry irá con nosotros para asegurarse de que eso no pase.

Ahora tenía un nuevo plan. El plan anterior fue saboteado y espero que este siga todo al pie de la letra. Hacer lo correcto para bien es lo mejor que haré por él.

La Criatura Del Bosque (MIKAYUU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora