Yuu
Su espalda desnuda, la desnudez de un hombre que tomó mi virginidad ayer... Es extraño; excitante, maravilloso. Sin embargo, no sé que debería hacer ahora.
¿Tendría que moverlo un poco? ¿Besarle la mejilla y darle los buenos días, agregándole un "mi amor"? ¿Acariciarlo? ¿Chupar su pene?
Siquiera busco que se despierte, es la sensación de decorar perfectamente un ambiente. Pienso, que si tuviera su camisa en el suelo, me la pondría.Nuestras ropas ya deberían de estar listas, me dispongo a ponerme de pie aunque mi cuerpo esté acompañado por un dolor íntimo. Así pasó, cuando me levanté de la cama. Recogí la bata que dejé tirada ayer, me la puse (también las pantuflas), pero nuevamente aprecié a Mika.
Me dieron ganas de darle un beso que anunciara mi satisfacción, conformidad y afecto, pensé, ¿Por qué me estoy perdiendo esto? Hasta que actué, pegando mis labios a los suyos que yacían inactivos. Berry despertó, subiendo su cabeza. Hizo eso nada más y volvió a recostarse en la alfombra; en cuanto a Mika, lo dejé dormir, salí de la habitación y me dirigí a la lavandería.
Cuando pedí la ropa, el encargado me las dio apiladas y con el ligero olor a lavanda del jabón. Dispuesto a regresar, me fui penoso por el pasillo, caminando desnudo bajo la bata. Traje la llave de la habitación conmigo, entré, cerré la puerta y descubrí la mirada armoniosa y burlona de Mika encima mío.
Con las sabanas blancas cubriendo su entrepierna, yacía sentado sobre la cama, Berry seguía dormida cómo tronco. Lancé las ropas que Makoto le prestó a Mikaela hacia la cama, recibo una risa (no sé si de burla).
—Buenos días, Yuu. —Comenzó a ponerse la camisa—
—Oye, ahora soy "Yuu". Me gusta que me llames así... ¿Dormiste bien anoche?
—Vaya que si.Terminamos de cambiarnos y decidimos salir antes, sabiendo que los buses pasarían a esta hora. No pretendía ir a la estación, solamente ahorrarme las explicaciones del personal del Motel. Sin embargo, el bus demoraría demasiado para lo temprano que quiero llegar a la cabaña... Tampoco pude comunicarme con nadie, puesto que dejé mi celular.
Mika había dado un suspiro, me rodeó la nuca con un brazo, atrayéndome hacia él.
—Me siento apenado por haberte hecho pasar la noche fuera de casa, deben estar terriblemente preocupados... Pero, los páganos son lo que dejan muy intranquilo ahora. Ya nos vieron, probablemente estén buscándonos... Que digo, es obvio, Yuu.
—Por eso, tú y yo vamos a volver lo más rápido posible a la cabaña, le contaremos a mi familia lo que ocurrió, cerraremos cada entrada, nos esconderemos y cargaremos la escopeta.Mika se soltó de mi, y entonces se limitó a asentir, no supe que expresión tenía.
—Mis padres y mi tío ya deberían de estar en la cabaña, si hace tres horas despejaron las calles. —Tomé a Berry entre mis brazos, y Mika tomó la llave para empezar a abrir la puerta—
—Me sorprende que en esta situación conservas la calma, yo no creo poder. Aunque, hace mucho que no veo a mi padre... No sabría si estar confiado,por su seguridad, ¿sabes? Pero tú tienes tanta fe en ellos.
—Los conozco bien, pero, estoy asustado por tan poco que se vea eso.
—Pero, gracias por no alterarte cómo antes, aunque claro que no te culpo.
—Mika, me siento a salvo contigo...
—Gracias.
—No, gracias a ti.Mika
Salimos de la habitación, luego fuimos hacia el sitio de registro para devolver la llave. No sé cómo puedo pensar que extrañaré este lugar, es gracioso.
Caminamos por los pasillos anchos, que estaban despejados, pero por suerte sin eco, perfecto para llevar a cabo una conversación. Yuu, me vio de soslayo, pero suspiró.
—Mika, tú dijiste que no veías a tu papá desde hace mucho, ¿desde hace cuanto?
—Quizá desde hace cinco o cuatro años, no estoy muy seguro.
—Bastante tiempo, Mika. Pero, ¿y qué hay de tu mamá?—Su rostro me mostró que sentía una culpabilidad tras sentir intriga.—
—Nunca la conocí. Murió cuando era bebé, Yuu.A mí no me dolió decirlo, pero a Yuuichiro si le produjo tristeza. Se paró en frente mío, obstruyendo el paso. Se acercó a mi pecho, sosteniendo a la Bulldog entre los brazos. Su rostro se apegó, y enarqué una de las cejas. Era tan sensible.
—Lo lamento, Mika. —Musita—
—Si vas a abrazarme al menos baja a la perrita.
—Abrázanos a ambos.
—Escucha...—Me limité a rodear la espalda de Yuu, quizá porque me gusta mucho; Berry no mostró señales de oponerse.— Yo no sufro por mis padres, y por tan insensible que te suene, yo ya los dejé atrás. Mi vida es otra, y si ves las cosas cómo son, todo se arruinó para mí. Pero tú eres diferente. Haces que me den ganas de vivir.
—Entonces, ¿yo te gusto tanto?—Me ve a los ojos, estoy empezando a sentirme cómodo— Estás hablándome cómo si, mágicamente hubiese cambiado tu vida.Él bajó a la perrita, quien raramente, abatida, se echó en el suelo, cómo si entendiese la señal. Las manos pequeñas de Yuu, me ahuecaban el rostro y él se paraba de puntillas mientras yo lo abrazaba todavía.
Aproveché para inclinarme un poco hasta quedar a una altura suficiente para él.
—Si digo que, quiero que cambies mi vida, ¿te vas a enojar?
—No.
—Cámbiala entonces, Yuu, hazme tan feliz tal y cómo estás haciéndolo ahora.En el pasillo no hay nadie, estamos tan cerca de la salida. Pero, nos besamos, en los labios y con pasión. Esto me encanta, hasta cuando ya no puedo ser humano... ¿Esto es algo tan humano? ¿Besarse, tocarse limpiamente?
Mi lado humano, aún con vida y gracias a él.
Lo disfruto, acariciando su espalda, por encima del ancho abrigo de nieve. No obstante, una puerta (a la que le dimos poca importancia) rechinó al abrirse.
No nos dejamos de besar, fuese quien fuese, me dio lo mismo.
—¡Sobrino!—Una voz masculina, grabe y frenética, reconocible para Yuu, hizo que él saltara de un terrible espanto y dejase de besarme.
Un hombre alto, vestido con una camisa blanca a botones, tejanos negros y pantuflas, nos miraba con desconcierto y enojo. Sus cabellos estaban desaliñado y eran tan oscuros cómo los de Yuu. Posiblemente, acababa de levantarse y salió por una que otra cosa.
Yuu comenzó a balbucear, mientras que la perrita se le acercó al tipo, comenzando a saltar en frente de él con una energía inimaginable.
—Tío Guren... ¿Tío? ¿Qué-...
Entonces, igual que Yuuichiro, sentí los nervios hasta en los pelos, dándome cuenta a quien tenía en frente. Su tío, el que guardaba la escopeta debajo de la cama, vio a su sobrino besarse con un vampiro, en un motel.
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La Criatura Del Bosque (MIKAYUU)
Fiksi PenggemarYuuichiro es el menor de dos hermanos, siendo muy benigno pero condenadamente solitario. Él y su familia suelen pasar el feriado de diciembre en Kioto, dentro de una cabaña en el bosque donde todo sigue completamente igual a pesar de cada año que te...