Diez

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Mika

Los muchachos cómo él fueron (son) mi ambición, tan vulnerables e indefensos. Al igual que una flor deseo arrancar esa desbordante pureza. ¿Es ese un pensamiento humano? ¿Estoy pensando cómo el monstruo que soy? ¿Sigo siendo igual de cruel?
Si la adolescencia fue una mierda, todo este enredo está lo bastante lejos de ser gratificante.

No obstante, Yuuichiro tiene una mirada tan viva; él es tan vivo y puedo verlo en todo. Luce exactamente tal y cómo me gustan los chicos... Digamos que la seducción siempre fue lo mío y la consideré un talento esencial del que saqué mucho favor en el pasado. Sin embargo, sé bien lo que me espera, esfumarme en este bosque: Por lo tanto, haré un brindis en mi mente por un último gusto.

—Entonces, niño ¿están perdidos tú y tu perrita?—Le pregunto, y comienzo a rodearlo. Quiero intimidarlo—
—Tú eres el que luce perdido en realidad.
—¿Yo? Yo estoy familiarizado con este lugar.
—No tanto cómo yo. Vengo aquí desde que tengo memoria, ¿sabes? Además, este ha sido el hogar de Berry desde que nació. —Elevó un poco a la Bulldog quien permaneció prácticamente invisible en los brazos de Yuuichiro—
—Veo que esto te pertenece más a ti que a mí, niño. —Tomé con el pulgar e índice uno de los mechones azabaches; ante el tacto con la yema de mis dedos fueron suaves; demasiado suaves. Quizá lo más fino que toqué hasta ahora. A Yuuichiro parecía darle lo mismo, su expresión no mostró estar estupefacta pero tampoco a gusto, siquiera me preguntó que estaba haciendo. Tan sólo se limitó a mirarme de pies a cabeza de nuevo, parecía que analizarme era más interesante. Solté sus cabellos y estábamos mirándonos nuevamente.

—Mika.—Dijo. Estoy seguro de que lo estaba viendo cómo si fuese un perfecto idiota.—
—¿Mika?
—Quiero llamarte así.
—¿Estás dándome un alías?
—Mikaela es un nombre femenino, ¿verdad? Tú eres un chico y Mika te queda muy bien.

Yuuichiro esboza una sonrisa radiante y blanca cómo la nieve a nuestro alrededor. Por primera vez me siento un maldito por intentar seducir a un chico.
Y me siento aún peor cuando su mano envuelta en un guante toma la mía.

—En serio estás perdido y no quieres admitirlo.
—Niño testarudo.—Me suelto frenéticamente del agarre. Entrecierro los ojos pero su sonrisa sigue ahí—
—No tienes porqué ser tan orgulloso y quedarte vagando por la nieve. ¿Quién sabe si este es un lugar infinito? ¿Y si no estás tan familiarizado con este lugar cómo crees? ¡Puedes morirte aquí! No quiero regresar aquí y caminar tan tranquilamente sabiendo que alguien murió justo en el lugar en el que estoy pisando.
—No estoy entendiéndote, no sé porqué vas más allá de esto. ¿Por qué te preocupas por un completo extraño? Puedo ser cualquier tipo de persona: Un vendedor de drogas, un violador, un pedófilo o un asesino. «Un monstruo» y tú eres un temerario o un completo cabeza de chorlito.
—No eres nada de eso.

Su mirada es tan decisiva, pero deja de sonreír y apega a la Bulldog encima de su pecho. Está demostrando no tenerme miedo, y tampoco es que lo haya intimidado anteriormente.

—Me hubieses atacado antes de entablar esta conversación. —Farfulló— pero si, sé que estás perdido. No has dicho qué haces aquí, ni dónde te hospedas,además tu ropa está hecha trapos. Maldita sea que eres obstinado, sólo sígueme y deja que sea amable contigo.

Él es quien me confunde. ¿Siente lástima por ver a un pobre diablo rondando solo y sin rumbo? ¿Él es en realidad un angelito? ¿Es parte de alguna familia de asesinos y soy una presa?
Por suerte, mi paranoia es algo humano que sigue en mi.

Nuestras manos se toman, Yuuichiro me jalonea y camino detrás de él sin entender el porqué. Camino, el sendero es un espiral amplio donde lo que me guía es un ángel.

—¿Me estás reptando?—Le pregunto–
—No, te estoy ayudando.

«Un ángel. La bondad está fuera de mi comprensión y me pregunto: ¿Dónde están tus alas?»

La Criatura Del Bosque (MIKAYUU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora