No soy otra típica rubia

Fiesta en la playa 1.

Cuando llegamos a la playa, Lia tenía razón.  Exactamente estaba llena de personas. Algunas por tomar sol, otras por unas buenas olas, y otras, simplemente disfrutaban el ambiente playero con sus amigos.

Nos bajamos del Jeep y nos acercamos a la maletera de éste para sacar nuestras tablas y otros implementos necesarios para surfear. Lia miraba sin disimulo a los chicos que pasaban, que obviamente, al notar interés, le dedicaban coquetas sonrisas a la chica. Puse los ojos en blanco y me reí entre dientes tras los actos de mi amiga.

-Tu no te aburres, Lia. -dije entre una pequeña risa.

-¿Aburrirme de qué?  -preguntó- ¿De estos bombonazos? -recalcó la palabra "bombonazos" con un tono sexy.- Pareces una monja, Clara, mira un poquito,  es gratis y sin compromiso- me guiñó el ojo y yo negué con la cabeza  soltando una pequeña risa.

-¿Vamos a surfear, o a mirar chicos? -le pregunté.

-Hum... Un poco de ambas- contestó-Me dicen "la múltiple" - dijo mientras movía las manos en el aire como el título de un posible apodo- Puedo hacer muchas cosas a la vez- replicó.

Solté una carcajada. Dios, Lia,  necesitas ayuda.

-Sólo vamos al agua, chica "múltiple"- me burlé.

Tomamos nuestras cosas y caminamos por la arena. Nos acercamos a un sector de la playa conocido por todos los surfistas, ya que todos se quedan allí y pueden guardarse las cosas. Saludamos a los conocidos y nos alistamos para las olas.

Camino al mar Christopher, un viejo y buen amigo, nos interrumpió.

-¡Hey, chicas! -gritó desde lo lejos mientras se acercaba- ¿No irán a la fiesta a la noche?

-¿Fiesta? ¿Alguien dijo fiesta? -dijo Lia emocionada-¿ ¡Dónde! ? ¿¡Cuándo!?

- Aquí,  a las 22.00 -contestó Chris- Se supone que es una "despedida del verano" -hizo un gesto de comillas con sus dedos- De hecho, tu hermano es uno de los organizadores, vendrá toda la escuela y pues, pensé que nos podiamos ir juntos los tres- propuso con una hermosa sonrisa a la que era difícil negarse.

-No lo sé, Chris... -dije- Tendrías que convencernos.

-¿Convencernos?  -dijo Lia confusa- Dirás convencerme, porque yo iré sí o sí.

Todos reímos.

-¿Eso es un sí? -dijo Chris con ojos de ilusión- Las paso a buscar a las 21.45 en la casa de Clara, chicas. Usen algo ajustado. -nos guiñó el ojo.

-¡Chris!- grité con Lia al mismo tiempo.

-Son las mejores, chicas. -gritó mientras se alejaba- ¡Las amo!

Ambas negamos con la cabeza.

Christopher era nuestro mejor amigo. Era alto, de espalda ancha, rubio de piel tostada y ojazos verdes. Era todo un galán. Y nos comprendía y nos trataba de una manera que nos agradaba. Era un buen chico, siempre estaba ahí para nosotras.

                         --o--

- ¿Qué me pongo, Clara? - exclamaba Lia desesperada- ¡Joder!¿Me prestas ropa? -puso carita de perrito- ¿Siiiii?

-Como decirte que no, amiga- reí- Saca lo que quieras.

Su rostro se iluminó y en un segundo estaba revisando mi closet por completo. Después de media hora ambas ya teníamos decidido que usar,  o más bien Lia,  que era la aproblemada.

Me puse unos shorts desgastados de mezclilla y una camiseta pequeña que resaltaba mi figura con líneas delgadas de varios colores, más mis zapatillas favoritas. Lia, optó por un vestido corto color turquesa que se apegaba a su figura y sandalias café claro. Preferimos no usar maquillaje reforzado, en realidad ambas lo odiamos, así que con un brillo labial y una delineada de ojos,  estábamos más que listas.

En cuestión de minutos, Chris nos esperaba afuera apoyado en su carro, con su vestimenta casual, pero que lo hacía ver muy bien, ya que resaltaba su cuerpo trabajado de surfista.

-Chicas- suspiró y se mordió el labio- Si no fueran casi mis hermanas, me las comería aquí mismo- continuó- Están preciosas.

-Tonto. -respondimos ambas al mismo tiempo divertidas

Chris era el único chico al que yo le permitía coquetear conmigo, ya qué no lo hacía en serio, era parte de él ser un amigo galán, y había demasiada confianza entre ambos.

-¿Qué esperamos? -dije.

-Precaución,  el alma de la fiesta se acerca. -anunció Lia.

Todos reímos y nos subimos en el coche de Chris para ir a la fiesta playera.