Problemas de digestión.

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Nos miramos en silencio unos segundos más. Sus ojos se mostraban tan brillantes y contentos,  que no sabría como describirlos en este momento. Jace Parker... así es chicos y chicas, Clara Williams está saliendo con uno de los reyes de la escuela que encabeza la lista de rompecorazones.

¿Si saldré herida?

Me asusta, pero eso es lo que menos temo por ahora. Su mirada está tan profunda, tranquila, alegre, que sería inevitable saber que demuestra un cariño de verdad, distinto al que teníamos desde tres años atrás,  cuando por primera vez nos conocimos y la "amistad" era lo único que nos definía.

Su sonrisa, nuevamente, invade su serena mirada, pareciera que ya no se puede aguantar más y en menos de dos segundos, se estrelló en mos brazos por segunda vez, sorprendiendome por completo, haciendo que mis brazos también lo rodeen. Él besa tiernamente mi frente durante unos segundos y yo cierro los ojos, tratando de que este momento, momento en el que Jace Parker se vuelve un tierno chico e inofensivo, dejando de lado todas sus bromas obsenas.

Quién lo diría... La vida da muchas vueltas y yo ya me las daba de solterona hasta los cuarenta,  cuyos hijos eran gatos. Muchos gatos. Y justo ahora, me encuentro dándole la oportunidad a un chico que siempre me llamó la atención, pero que nunca pensé que podría llegar a salir con él.

La campana de retorno a clases mata el tierno momento. Jace, algo malhumorado, gruñe entre dientes a la escuela, mientras yo, me rio de su reacción.

-Bueno... Nos veremos pronto. -dijo Jace.

-Que así sea- le respondí con una sonrisa.

-Más pronto de lo que crees, por cierto.- reafirmó

-¿Ah si? -contesté inclinando levemente mi cabeza hacia un costado. -¿Tienes algo planeado ya, Parker?

Su sonrisa apareció nuevamente.

-Sé que el Jeep lo tiene tu hermano, Clara. Espérame a la salida, ¿No querrás irte en el autobús, o si?

-Podría irme con Lia o Chris- reí.

-Vamos, Clara, no arruines nuestra pre-cita.

-¿Pre- cita? -pregunté confusa.

-Así es, Williams- se acercó unos pasos hacia mí, provocando que nuestras narices choquen. - Te espero- sonrió y besó mi mejilla como acto de despedida. Retrocedió sin quitar la sonrisa de su cara y siguió con su camino de vuelta a clases.

Ya que me encontraba sola nuevamente, decidí que volver sería la mejor opción. Caminé hasta el edificio del instituto, para entrar al salón de mi respectiva clase. Clase que me tocaba junto a Chris y Lia.

MIERDA.

¡Chris y Lia!  No les he contado nada de lo que ha estado pasando con Jace...

Dios mío, esto se pondrá difícil...

Sobretodo al contárselo a  Christopher.

Entre al salón,  desde la puerta pude ver el asiento que me guardaban los chicos. ¡Ay, madre mía!  Se morirán en cuanto les cuente que le di una oportunidad a Jace Parker.

-Llega tarde, Williams- dice la profesora mirándome seriamente sentada desde su banco.

-E-eh... Y-yo... -apenas me salía u  hilo de voz. No sabía lo que me estaba pasando, en cualquier ocasióne respondería algo insolente que la dejara con la boca abierta, pero ahora, todo el asunto de cómo contarles a mis mejores  amigos me tiene algo torpe. ¡Por qué me acordé de esto en este momento! Dejándome sin respuesta alguna para acceder al salón.

-La estoy esperando, señorita.  -continuó la profesora.

《¡Así no funciona! 》pensé.  Mi mente estaba en otro lado.

-Es que tenía diarrea. -dije nerviosa mientras toda la clase se echó a reír a carcajadas y la profesora quedara estupefacta con mi respuesta.

Bien, Clara,  ¡Qué inteligente eres!

Me di un palmface en mi mente. Joder, me odiaba por esto.

Corrí hasta mi asiento, rogando que la tierra me tragara.

-Señorita Williams- dijo la profesora nuevamente algo preocupada- Si necesita ir al baño, solo vaya, tiene mi permiso.

Se escucharon risas ahogadas en un instante.

¿En serio se lo había tragado?

Mis mejillas se tornaron rosadas de nuevo, las risas no paraban aún.

-¿Diarrea?-me preguntó Chris  riendo en su interior, se notaba en su cara- Tus respuestas se van agotando, Clara, pero sigues sorprendiendome, no creí qie de esta manera, pero lo hiciste- rió y yo le di un fuerte (pero amistoso) empujón.

-Idiota- reí.


No soy otra típica rubiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora