Aún no.

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Me desperté en los brazos de mamá que, por cierto, se encontraba babeada gracias a mí.

¿Qué?  Suelo dormir con la boca abierta y marcar territorio constantemente.  Muchos creen que las chicas se ven hermosas durmiendo, como en los comerciales, pero yo soy el mejor ejemplo para demostrar lo contrario, créanme.

Desperté a mi mamá y cocinamos un rico desayuno juntas, en donde seguimos conversando temas de los que hablamos en nuestra "Noche de  chicas", como por ejemplo, mi novio, Jace.

- Supongo que debo darte una pequeña charla después de esto... -comentó mientras tostaba las rebanadas de pan.

-¿Sobre qué? -pregunté.

-Ya sabes... -suspiró- Tienes 17 años, un novio, diferentes intereses...

-Mamá, joder, no. -la detuve- la "charla" no.

-Clara, son cosas que se tienen que hablar.

-¡Mamá, no necesito la falsa historia de la semillita o la cigüeña para saber todo esto! -exclamé.

-Ok, ok... -resopló- Pero, ¿Qué hay de la protección?

-Nunca dejarse convencer por "Sólo la puntita" .

-¡Clara!

-Joder, mamá, es la verdad... -reí- ¡Ah, y ponerle gorrito al picarón!

-¡CLARA! -exclamó- ¿QUÉ CLASE SE TÉRMINOS SON ESOS!

-Los básicos en la juventud, mamá.- afirmé.

-Ok ... -suspiró- mejor no hablaremos del tema... Sabes bastante.

Sonreí ante su respuesta. Chicos, esto es "Cómo evitar la charla con tus papás en dos frases ".

Estábamos tomando desayuno tranquilamente conversando cosas de madre e hija, pero el sonido de la puerta principal abrirse, nos interrumpió.

-¡Max, que bueno que llegaste! -dijo mamá emocionada.

-¡Mamá, hola! -respondió mi hermano.

-Supongo que tienes claro que se acabarán las salidas diarias, ¿cierto?

-Sí mamá... -se acercó para abrazarla- Debo aprovechar mi tiempo con la madre más linda, ¿No?

-Me parece muy bien, Maxito. -respondió.

Solté una carcajada. Joder, hace mucho tiempo que no escuchaba su apodo.

-Ok, chicos, están libres para retirarse de la cocina. -dijo mamá.

-¡Gracias, mamá! -respondimos a coro Max y yo.

Subimos rápidamente las escaleras y cada uno se encerró en su habitación.  Pero en el fondo, yo lo tenía todo planeado, y si creía que se iba a librar de esta conversación, estaba equivocado.

Salí de mi habitación y entre sin golpear a la suya, cerrando la puerta tras de mí.

-¿No sabes golpear? -dijo Max- Vete.

-¿Qué pretendes? - le pregunté cruzándome de brazos- ¿Crees que no sé nada?

Hubo un silencio entre medio mientras Max me miraba confundido.

-¿Qué sabes? -preguntó.

-¿Sabes que sé? -me acerqué hacia él que se encontraba recostado en su cama- Sé que ignoraste a Lia, que hace poco terminaste con Stewart y que por alguna razón mi mejor amiga está involucrada. No te metas con ella ¿Ok?  No la hagas sufrir .

No soy otra típica rubiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora