Ya da lo mismo.

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- Una ensalada para Lia, una malteada no recomendada para diabéticos para mí y para Clara... - Chris me fulminó con la mirada al notar que no respondía- ¡Joder Clara, llevas bastante rato en ese estado! ¿Estás bien?

Estaba desconcertada. En realidad, encantada. Estaba en mi propio mundo. Aún no lo creía cierto. Incluso, con el simple hecho de recordar la noche anterior, todos los vellos se me ponían de punta.

- Eh, chicos... - interrumpió Danny algo incómodo- Si quieren vuelvo en un rato para pedir su orden y así tienen todo claro.

- ¡Clara pide ahora, me muero de hambre! -refunfuñó Lia.

- No, Danny, espera. -espetó Chris- Conozco bastante a esta chica, así que yo pediré por ella. Que sean dos malteadas y una ensalada.

- ¡A la orden! -contestó Danny, animoso.

No se mezclaron palabras durante unos segundos, hasta que Lia decidió romper el silencio.

- ¿Nos puedes decir que mierda te pasa de una vez? ¡Pareces drogada!

Reí.

- No estoy drogada... -sonreí al recordar el ayer- Es sólo que...

- ¿Qué? -preguntó Chris.

- Travis me pidió ser su novia. -respondí sonriente.

- ¿¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!? -exclamó Lia- ¡JODER NENA! ¿NO ESTÁS BROMEANDO CIERTO?

Negué.

Chris se mantuvo serio y con el ceño fruncido desde que confesé. Mientras que Lia, sólo tenía un gran brillo en los ojos.

- ¿Y qué le dijiste? -preguntó Chris con esperanza en su mirada.

- ¡PUES, ES OBVIO QUE LE DIJO QUE SÍ! -chilló Lia, dando pequeños aplausos con sus manos- ¡Ay Clara, te felicito! ¡Les deseo lo mejor! -añadió abalanzándose para darme un corto abrazo.

Reí, orgullosa de mi noviazgo.

- Supe que no te arrepentirías de ir... -espetó Chris.

- Jamás me arrepentiré de todo esto. Fue totalmente hermoso. Algo cursi, y se nota bastante que practicó viendo Bajo La Misma Estrella, pero increíble de todas maneras. -contesté.

- ¡¿Cómo lo hizo?! -preguntó la chica.

Suspiré gracias al recuerdo.

- Bueno... Todo partió porque Chris me convenció de ir a la playa a la "sorpresa" que me tenía Travis, si no hubiera sido por él, ¡Qué habría pasado! Y cuando llegué, pues había un botón que decía...

- Lo siento chicas me tengo que ir. -interrumpió Chris fríamente.

- ¿Qué es lo que pasa? -preguntó Lia.

- Mamá me envió un mensaje de que iba a salir y bueno, no puedo dejar a mi hermanita sola. -respondió en seco.

Tenía el ceño fruncido y la mandíbula tensada. Podía notar en su simple mirada que algo no andaba bien y eso me preocupaba bastante.

- Hasta pronto. Pagaré la cuenta en caja antes de irme. -continuó.

- ¿Quieres que te acompañe? -pregunté con preocupación.

Sonrió triste.

- Es mejor que no. Quédate con Lia, y la otra malteada la comparten.

Asentimos al mismo tiempo.

Luego de unos segundos, desapareció por la puerta.

Lia y yo nos miramos fijamente.

- ¿Y a este qué? ¿Sabes algo? -interrogué confundida.

No soy otra típica rubiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora