No soy otra típica rubia

Tocata 2.

Lo tomé de la mano y nos fuimos a un lugar más privado, en donde nos pudieramos escuchar mejor. 

- ¿Estás segura? - preguntó mientras yo abría la puerta del baño de varones.

Lo miré enarcando una ceja:

- ¿Es en serio?

- Es sólo que... -se rascó la nuca nervioso- No me imaginé que iba a pasar esto... Más bien... e-eh.... 

Lo miré aún más confusa.

- Travis... -comencé a decir- ¿Para qué crees que te traje aquí?

Me dovolvió la mirada de la misma manera.

- Creí que... q-querías...

Abrí los ojos como platos.

- Oh joder... -me apoyé en el lavabo antes de pegar un suspiro- ¿En serio? ¿Es lo único que los hombres tienen en la cabeza?

Las mejillas de Travis se coloraron, y como consecuencia, fue inevitable soltar una carcajada.

- ¡Dios mío...! -dije entre risas-  ¿Quería sexo, querido? -solté otra carcajada más- Ay... si no fuera porque el alcohol me está afectando un poco... Juro que te sacaría la mierda.

Y en cuestión de segundos, el se contagió con mi risa.

- Lo siento, rubia... -rió.

- Vale, vale...-respondí- Ya pasó.

- Por cierto, ¿Para que mierda vinimos aquí?

Los nervios se esparcieron por mi cuerpo.

- E-eh... -empecé- Ya se me olvidó... -mentí.

Y lo tenía más que presente, sólo que me daba algo de vergüenza plantearlo, sobretodo con un chico en frente como Travis.

- No te escaparás. -dijo- Pero ahora, mientras tratas de "acordarte", dediquemonos a pasarla bien un rato...

Sonreí.

- Está bien.

Volvimos a la pista y yo todavía sentía la inquietud en mi cuerpo.

¿Cómo se lo diría? ¡No quiero sonar patética!

No era fácil todo esto. No tenía idea... ni la más mínima pizca de que mierda somos.

No es que quiera estar de novia o algo por el estilo, pero ni si quiera sabía cuál era el camino que estábamos tomando.

No eramos amigos, y es complicado que lo seamos.

Tampoco novios.

Y me sentía algo boba al llegar en pensar de que Travis quiera algo conmigo, y que dentro de un tiempo seríamos novios. 

¿Pero estaríamos así siempre?

Primero peleándonos como perros y gatos, y luego andar besándonos sin temor alguno.

¿Comenzábamos a ser amigos con derecho o algo por estilo?

- Clara... -agitó su mano frente a mis ojos- ¿Me estás escuchando? -preguntó.

Agité mi cabeza para volver a la normalidad.

- Lo siento... -respondí- ¿Qué decías? No te escucho muy bien con la música.

Esbozó una sonrisa.

- Me toca antes de Chris... -volvió a decir- Em... ¿Me verás?

- ¿Qué pasa si no lo hago? -pregunté desafiante.