- ¿Qué les pasa? -preguntó riendo- ¡Dejen de mirarse como palomas! ¿Me pueden decir de una vez?
Al parecer no estábamos disimulando de lo mejor.
- Es que Lia quiere... -comencé a decir.
- Sí, yo quiero... -dijo tirándome miraditas para que continuara la oración.
- Q-quiere... Eh, -vamos Clara, piensa.
- ¿Qué cosa? -añadió Chris nuevamente.
- ¡Que quiere hacer caca, joder! -exclamé.
Lia me miró sorprendida y frunció el ceño.
Chris se mató en carcajadas.
- Dicen que la arena no tapa bien el olor... -dijo mientras reía nerviosa- ¿Crees que sea buena hacerlo aquí?
- Hacerlo sí. -respondió el chico- Pero hacer mierda no, ¡Lia, por Dios!
- Ah... -soltó una risita- ¡El hombre que quiera estar conmigo estaría loco! ¡Qué asco de mujer!
Yo no pude evitar reír. Lia no era buena con las indirectas.
- Estás con Max. -comentó Chris.
- Sí, es bobo y todo pero lo adoro y no lo cambio por nadie, eh.
Face palm.
Chris nos miró confundido.
- ¿Por qué mejor no subimos luego al jeep? -interrumpí.
Ambos asintieron.
- Por cierto... -continué- ¿Puedo ir yo adelante mejor?
Chris me miró y sonrió.
- Cómo no, Claribú. -respondió antes de subir al vehículo.
Le guiñé el ojo a Lia y ella sonrió de vuelta.
Pobre Chris.
~•~
Llegamos a mi casa y dejamos todo en el garaje. Lia se fue a penas dejó sus cosas para estar unos minutos con Max, dejándonos a solas.
No alcanzamos a vestirnos bien antes de partir por lo que todavía teníamos la piel con olor a mar y nuestro cuerpo a medio vestir. Chris estaba solo vestido hacia abajo, excepto sus pies. Yo, estaba aún con bikini y una camiseta suelta que apenas me tapaba el traje de baño.
Miré a Chris unos segundos. No se veía muy bien.
- Chris... -me acerqué y posé mis manos en sus hombros- ¿Estás bien?
Se quejó, y asustada aparté los brazos de encima.
- No pasa nada... -respondió- Es sólo que me quemé un poco.
Volví a mirarlo: realmente se había quemado, sólo que tomaba un color tostado precioso que lo disimulaba bastante.
- ¿Qué miras tanto, Claribú?
Me detuve al instante.
- Estás bastante bronceado, eh.
Rió dulcemente.
- ¿Y te gusta? -dijo mientras se acercaba lentamente hacia mí.
- Te ves bastante guapo.
- ¿Ah si? -sonrío- ¿Y así? -dijo a unos centímetros de mi rostro.
- No sabría decirte puesto que sólo veo... -comencé a sentirme algo más nerviosa que antes- tu boca.
Me tomó de la cintura y acabó posando su frente con la mía. Esperó unos segundos y luego suspiró suavemente. Sus verdes ojos estaban cerrados, pero a pesar de eso, podía ver y notar la pizca de tristeza que ha llevado estos días.
ESTÁS LEYENDO
No soy otra típica rubia
Teen FictionClara Williams es conocida en su escuela por su carácter fuerte. Sin embargo con la llegada de Travis Brown, un compañero nuevo que no pasa desapercibido, su famosa "forma de ser" se altera más de lo debido. ¿Le dará Clara la victoria de la guerra...