7. ¿Lily?

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7. ¿Lily?

—¿Qué rayos...?

Sam miraba a su hermano, él tenía la pistola en alto listo para disparar a la castaña (algo en lo que estaría en contra si pudiera opinar en el asunto). Se encontraba de espaldas a la salida que eligió la castaña, no podía ver lo que Dean sí. Y al ver el rostro de sorpresa y confusión de Dean, no dudó en usar las pocas fuerzas que tenía para girarse y ver qué rayos era lo que provocaba tal reacción en el cazador.

Y ahí la vio. No, no podía ser ella. Era Lily, pero no era ella. ¿Eso tenía sentido? Se preguntó el castaño. Su cabello era distinto, lo tenía liso y visiblemente sucio de transpiración más falta de lavado. Usaba ropa diferente, nunca antes la había visto usar ropas tan oscuras. Y definitivamente ese no era el estilo de Lily.

La única explicación que podían llegar los cerebros de ambos Winchester es que el cuerpo de su hermana era recipiente de algún demonio. El enojo de pensar en esa respuesta les impulsó a actuar. Sam se levantó del suelo ignorando su dolor y Dean mantuvo en alto la pistola mientras dejaba de estar tirado en el pavimento. Una grandiosa mirada mortal surcó los rostros de ambos cazadores.

Lily sonrió hacia la castaña, quien al ver la rivalidad entre ambos se alejó un poco. Kate no era suicida, sabía cuándo no debía pelear. Claro que no tuvo tiempo para hacer nada, la rubia alzó las manos atrapando su cabeza y chocó la misma contra su frente. Kate pronto sintió cómo se desvanecía y volvía a estar inconsciente.

Una vez que su víctima, la cual pronto estaría muerta, cayó sin conocimiento, Lily se acercó a los dos hombres del lugar. Cerró la puerta detrás de ella sabiendo que los símbolos que cubrían el almacén le servirían para que el sujeto de gabardina no molestara.

Empezó a caminar hacia los dos cazadores, con intención de noquearlos también a ellos cuando uno de ellos le gritó.

—¡Sal de mi hermana, hijo de puta de ojos negros! —maldijo el rubio opaco, el cual se encontraba a dos metros de ella y con la pistola en alto.

Lily frunció el ceño, obviamente actuando, y miró hacia atrás. ¿A quién rayos le hablaba ese sujeto?

—¿Crees que soy un demonio? —rió la chica. Dejó escapar una risotada al ver que los dos cazadores, con sus armas apuntándole, no se inmutaban, creyendo verdaderamente que ella era un demonio—. ¿Qué clase de cazadores son ustedes? ¿De los principiantes?

—Cállate —gruñó el rubio opaco.

Lily se detuvo, había caminado unos segundos antes de escuchar la orden y pararse. Se cruzó de brazos y adquirió una postura rebelde. Alzó una ceja al ver que el cazador no bajaba el arma.

—Si crees que soy un demonio, sabrías que esas balas no me harán nada —informó ella acercándose al castaño, quien al parecer no decía nada ni actuaba. Parecía estar demasiado sorprendido y sin saber qué hacer—. No soy un demonio... Soy algo peor que uno —comentó riéndose.

Y después de decir eso, su hermana se lanzó a Sam. Golpeó su pómulo izquierdo con un gran puñetazo. El cazador se volvió a desequilibrar por segunda vez en el día, luego alzó la vista para ver a su contrincante. Mala idea.

Se llevó una patada en la cara, si la castaña no le rompió la nariz con el codazo que le había dado unos segundos antes, esa patada terminó el trabajo. Sangre brotó por todos lados después del golpe, eso hizo alarmar a Dean.

Él guardó la pistola, no dispararía al cuerpo de su hermana, aunque un maldito demonio esté en ella. El de ojos negros tenía razón, las balas no le harían nada por eso pensó en atraer al demonio hacia él, donde había una trampa de demonio dibujada con una tinta poco visible.

Darkened Soul [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora