Darkened Soul [Supernatural]

15. El Ojo

15. El Ojo

Avanzó con confianza entre las personas del lugar aunque ese no era especialmente su lugar favorito. A Dean le gustaban los bares, cualquier lugar que sirvieran alcohol era su preferido, pero ese le daba muy mala espina. Todos ahí parecían distintos y pudo haber jurado que había un hombre con ojos amarillos en la entrada. Ese bar era distinto y él se sentía como la presa.

Se sorprendió cuando su compañero intentó tomarle de la mano. Le miró con horror. Belzebú rió ante su expresión y se acercó al cazador — Si no quieres que te descubran, sígueme la corriente —le susurró al oído.

Dean sabía exactamente dónde se encontraba. El MoonLight Club era definitivamente un lugar para criaturas sobrenaturales. No le sorprendía que Belzebú lo conociera.

Le inquietaba saber que era probablemente el único humano ahí y que sea la marioneta del Seguidor. El morocho amagó nuevamente para tomarle de la mano libre, Dean estiró el brazo prohibiéndoselo. Le miró con el ceño fruncido.

—Vuelves a intentar tomarme de la mano y te la corto —gruñó el cazador con su buen carácter. Belzebú le sonrió de lado, Dean odiaba esa sonrisa, sólo traía problemas.

Estaban cerca de la tarima donde la mujer (que tenía tentáculos en vez de manos) servía los tragos. Dean vestía un traje de oficina, cosa que le incomodaba ya que se veía como un mono estúpido. Sin mencionar que era poco práctica por si tenía que pelear o huir de ahí. Se peinó con su mejor peine y se afeitó. Según el Seguidor, debía dar una muy buena imagen para que no creyeran que era Dean Winchester, el cazador de criaturas sobrenaturales.

—Hola, primor —dijo el Seguidor guiñeándole un ojo a la mujer tentáculo. Dean se sorprendió por la coquetería en el comentario de Belzebú pero intentó no demostrarlo demasiado.

La mujer tenía piel oscura, sus brazos de tentáculo eran de un color verde apagado y la unión entre éstos y su piel humana parecía sacada de un taller de maquillaje de efectos especiales. Dean intentó no quedarse mirando, seguramente lo consideraría grosero. La parte humana de la mujer era agradable, tenía piel color chocolate, unos ojos verdes mezclado con ámbar, los pelos enrulados y sobre los hombros. Diablos, si no tuviera brazos como tentáculos Dean totalmente se tiraría a por ella.

Ella sirvió un líquido violeta en el vaso que sostenía con sus pegajosos tentáculos y se giró para alzar una ceja incrédula hacia el Seguidor — Belzebú, que desagradable sorpresa. ¿Qué quieres?

Dejó el vaso (lleno de baba de tentáculo) a otro de los clientes (Dean afirma haber visto que el hombre tenía cuchillos en vez de manos) para luego inclinarse y apoyarse en su tarima para mirar a los ojos al morocho. Juntó los tentáculos de tal manera que apretaban sus pechos, Dean intentó no mirar ahí, pero es un hombre ¿qué esperan de él?

La mujer le atrapó in fragantti y le miró con la misma ceja alzada. Dean carraspeó intentando no lucir culpable de su crimen. Desvió la mirada concentrándose en un sujeto con piel de escamas color fuego.

—¿Y este quién se supone que es?

Ella le observó de arriba a abajo, en otras situaciones Dean se sentiría halagado. Belzebú le dio una rápida mirada, Dean comprendió lo que quiso decir de forma silenciosa: "¿quieres dejar de estar nervioso?" Así que el cazador se aguantó las ganas de encajarle un puñetazo y miró a la mujer con su mejor sonrisa.