39. Una cita
Lily abrió los ojos a eso de las seis de la mañana. Estaba teniendo un mal sueño. Su inconsciente, víctima de la culpa que le carcomía, le hacía resurgir sus peores errores. La muerte de varias almas gemelas, los golpes dirigidos a sus hermanos, el engaño hacia Castiel cuando le encerraron. No la estaba pasando para nada bien.
Su sueño era todo un suceso de eventos que ella aborrecía, sentimientos que le asustaban y sus sentidos intensamente activados. Los gritos y golpes resonaban en su cráneo, el olor penetrante de la sangre, la contextura viscosa del líquido sobre su piel, la visión borrosa de goce...
Cuando se despertó, sus ojos verdes encontraron que unos celestes le veían detenidamente. Castiel estaba sentado a su lado, no le había sentido incorporarse. Vestía la ropa de su hermano mayor, cosa que le desconcertaba un poco a la joven, pues nunca le había visto sin su usual gabadina.
—Estabas teniendo un mal sueño. —mencionó el ángel como un hecho indiscutible.
Lily se incorporó de la cama, se masajeó la frente antes de contestarle a Castiel. Sabía que no podía mentirle, Castiel podía leerle la mente y probablemente había interferido en su sueño para despertarle. De todas formas, no pensaba ocultarle la verdad.
Aunque no quería que se preocupara, y tampoco quería comentar sus sueños. Sentía que si confesaba todo lo que había hecho, cómo se había sentido... Sentía que el ángel se le alejaría, y era lo que menos necesitaba en ese momento.
—Sí, lamento si fui muy ruidosa... —se disculpó, a pesar de que el ángel no durmiera y ella no le hubiera despertado.
—Para nada. —negó Castiel, sentándose con tal de verle de frente—. Apenas te retorcías. Pero te conozco... Te guardas aquello que te dañas, aparentas estar bien por nosotros. Incluso dormida, sin control de tu cuerpo, haces aquello. Sabía que estabas teniendo un mal sueño. —repitió sin duda en sus palabras. Más allá de lo simple que conocía de Lily, percibía a fondo la clase de persona que la rubia era. Todo aquello para Castiel era información valiosa y que él debía saber interpretar.
Lily ante todo lo mencionado se sintió vulnerable. Sintió que Castiel le veía más allá de lo que ella podía hacer. Siempre creyó que el ángel podía saber cosas que nadie más sabía de ella, lo adjudicó a sus poderes, al poder leer la mente. Pero ahí mismo, la joven sabía que era más que eso. Castiel simplemente le veía.
El ángel logró ver la vulnerabilidad que demostraba la rubia ante sus palabras. Lo trasmitía con sus ojos, con sus leves gestos. Cosas que antes no había visto cuando ella no tenía alma. Era extraño poder ver esas cosas de ella sin haberlas observado hacía tanto tiempo.
Era un hecho de que él había extrañado a su alma gemela. Pero el tanto tiempo sin estar a su lado le había hecho olvidar simples cosas, como cuánto podían decir los ojos de Lily sin decir nada en sí. El darse cuenta de ello hizo que el remolino de emociones que siempre sentía al lado de Lily resurgiera en lo más profundo de sí.
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Darkened Soul [Supernatural]
Fanfic[LIBRO DOS] [Secuela de Black Wings] Pronto la familia Winchester se reunirá, pero las cosas no serán lo mismo. Lily no tiene alma, ¿cambiará ese hecho a la dulce persona que era? Los hermanos no saben que la pequeña rubia está viva, ¿cometerán er...