24. Recuerdos y planes

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24. Recuerdos y planes

Castiel no llegó al búnker antes de que atardeciera. Kate se quedó dormida sobre un enorme libros que trataba sobre la historia de vampiros a lo largo de los años. Lily seguía leyendo. Tenía tres libros gruesos de páginas amarillas abiertos frente a ella. Uno era una enciclopedia de toda la información recaudada en cuanto a ciertos demonios, estaba en la página de Moloch, pero lo que decía no era demasiado. El otro era un libro de un cazador que había perdido su alma y, como experimento, los Hombres de Letras le hicieron escribir un diario. Según el relato, el sujeto adquirió nuevamente su alma pero no explicaban cómo. Eso a Lily le ponía loca. Y el último era uno de hechizos, Lily pasaba las hojas sin saber bien qué buscar. No es como si pudiera teclear en Google "cómo sentir de nuevo."

Cuando chequeó la hora, se dio cuenta de que eran las dos de la mañana. Había estado todo el día leyendo libros, buscando información y hasta el momento nada. No tenía absolutamente nada. Mas lo que ya sabía.

Suspiró con cansancio y ocultó su rostro detrás de sus manos. Cerró los ojos intentando que todo el flujo de pensamiento e información se detuviera un minuto para que ella pudiera pensar con más claridad. Odiaba no poder dormir. Sin su alma, no requería dormir ni comer, pero Lily lo extrañaba. Era más sencillo distraerse con comida o sueño para luego poder pensar mejor. La distracción que usaba antes de recuperar sus memorias era el sexo. Y lo intentaría de nuevo, pero no con cualquier persona, quería a Castiel. Sí, sus recuerdos no le dejaban pensar en otra persona para compartir ese momento íntimo. Pero el ángel no aparecía y Lily se volvería loca si seguía así.

Pensó en su primera vez con el ángel. En aquél cuarto dorado, digno de la realeza. Fue en su cumpleaños dieciocho. La cama era extremadamente suave. El ángel no sabía bien que hacer y ella le guió, pero estaba segura de que después de aquello Castiel sí sabría que hacer. Aprendió de su yo sin memorias que le gusta bastante tener acción en la cama, aunque le gustara que todo fuera suave y dulce, a veces necesitaba que fuera un poco más salvaje ahí, considerando que ella con alma era siempre suave y dulce.

Una sonrisa cruzó por su rostro sin ni siquiera darse cuenta. ¿Podía sentir la nostalgia de ese recuerdo? ¿O la felicidad que le traía pensar en tal? ¿O sólo era un efecto secundario que no significaba nada?

De repente, le empezó a doler la cabeza. De manera muy recurrente, como si le estuvieran martillando tal con tres clavos distintos. Gimió levemente de dolor, intentando que la castaña no se levante de su sueño. No quería lidiar con ella y ese dolor de cabeza.

Una memoria apareció en su mente. Pero una de cuando no tenía alma, cuando trabajaba para Moloch. No recordaba ese recuerdo, ¿podría ser que se lo hubieran quitado? ¿O que simplemente no le llamó la atención en ese momento? De todas maneras, Lily lo recordaba como si estuviera en la escena al mismo tiempo que ocurría.

Lily sin alma pasó cerca de la oficina de Moloch, para decirle que su objetivo había sido eliminado, cuando escuchó gritos proviniendo de dentro.

—Sí, la tengo guardada. Sé que puede destruirme pero también puede serme útil. —comentó su jefe. La otra voz resopló.

—¿Estás demente? —indicó una voz femenina que Lily no conocía. O no recordaba—. Si Sam y Dean se enteran de que la tienes, ¿cuánto tiempo pensarás que concurrirá hasta que te la roben y la usen en tu contra?

—Ellos no saben nada. Están destrozados por la muerte de su hermana. No son un problema para nuestro plan, querida. —le intentó tranquilizar la bruja que Moloch usaba como recipiente. Lily se quedó afuera esperando a que su jefe terminara con la pequeña reunión que tenía antes de irrumpir. Sabía mejor, no era como la mayoría de los estúpidos demonios que tocaban los nervios exactos para que Moloch enloqueciera. Ella sabía esperar al momento adecuado.

Darkened Soul [Supernatural]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora