33. Un sacrificio
Ni bien empezó la pelea, Lily buscó refugio. Era algo complicado, considerando que el lugar donde estaban no tenía demasiado lugares donde esconderse. Aún tenía sus emociones todas dadas vueltas. El volver a tener su alma dentro de su cuerpo le había trastornado. Era como si su cerebro sufriera de una re-programación y aún no hubiera terminado de reiniciarse ni de actualizar su nueva información.
Estaba recordando lo que hizo pero con otra perspectiva, con la de su alma. Sintió culpa ante nada y desprecio por sí misma, por todo aquello que hizo. Tanto el matar como estar con cualquiera. Rayos, incluso los momentos en los que estuvo con sus hermanos (sin que ella supiera que lo eran). Todo, absolutamente todo le daba una terrible sensación de angustia.
Pero cuando los truenos empezaron a sonar, retumbando en su caja torácica, ella reaccionó. No eran truenos en realidad, sino el poder de Moloch luchando contra Moah. Sus ojos se enfocaron en los movimientos de ambos. Era extraordinario. Parecía hasta coordinado. Pero su lado racional, el cual sin tener alma evolucionó, sabía que no se trataba de sincronización, sino de entrenamiento. Moloch fue el Maestro de los Seguidores. Le enseñó luchas, estrategias, golpes sucios y bajos, cualquier cosa que Moah sabía.
Era espeluznante ver pelear al Seguidor y a Moloch, quien al estar en un cuerpo de una bruja tenía más capacidad de poderes. Una tormenta empezó a formarse alrededor de la pelea. Las gotas cayeron cuando Moah logró encestar un golpe en el muslo derecho de su anterior jefe. Moloch reprimió un grito y como respuesta al golpe, pateó con fuerza el pecho del Seguidor.
De repente, por el rabillo de sus ojos vio una figura moverse. Un hombre con gabardina. No, un ángel en gabardina. Su ángel. El ángel con el cual compartía su alma, con el cual había vivido tantas cosas. El ángel que se enamoró de ella y que ella también por él. Verle era como sentir el agua sobre tu piel después de días sin bañarte. Era sentir un alivio que nunca sintió. Como algo que siempre le faltaba y no podía completar, siempre sintiéndose vacía. Pensó que era su alma, pues tenía sentido que sin su alma se sintiera incompleta. Pero la verdad es que su alma era una parte del rompecabezas. La otra parte era Castiel.
Corrió a él. A mitad de camino la tormenta estalló con otro trueno, más fuerte que el anterior. Lily incluso logró ver varios rayos surcando el cielo. No era un ambiente agradable para un reencuentro, pero era lo que había. Acortó las distancias con el ángel. Castiel seguía arrastrándose, tratando de incorporarse pero trastabillando siempre al final. Seguía algo débil por la pelea con Moloch. El demonio había sacado lo peor de sí.
Lily se dejó caer al suelo, importándole poco y nada su ropa sobre la tierra mojada. Con ambas manos rodeó las mejillas del ángel, sintiendo lo áspero que se sentía su piel contra las yemas de sus dedos. La sombra de barba morocha que se pronunciaba en su rostro parecía más oscura con la tormenta cayendo en pie sobre ella. Las gotas eran gruesas, le costaba mantener los ojos sin parpadear.
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Darkened Soul [Supernatural]
Fanfiction[LIBRO DOS] [Secuela de Black Wings] Pronto la familia Winchester se reunirá, pero las cosas no serán lo mismo. Lily no tiene alma, ¿cambiará ese hecho a la dulce persona que era? Los hermanos no saben que la pequeña rubia está viva, ¿cometerán er...