¿Te imaginas que harían las Dex Holders en nuestro mundo? Esta historia trata sobre su verano, sus aventuras y más cosas. ¿Preparado para sumergirte en un mundo lleno de todo tipo de nuevas experiencias?
¡¡Prepárate para no poder parar de leer!!
-¡Mirad, allí viene la limusina!- Black gritó muy entusiasmado.
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La limusina aparcó delante de todos los Dex Holders, que estaban reunidos en la entrada de la mansión. Del lujoso coche salió primero Yellow, la cuál fue a abrazar a Blue y a White, y tras de ella Red, con una mano escayolada. Los chicos lo rodearon preguntándole cosas como: -¿cuánto tiempo la llevarás?-, o -¿te duele?-... Una lluvia de preguntas azotó al Holder herido, pero este contestó todas con un:
-No os preocupéis, estoy bien chicos.
Una vez todos juntos, se metieron en la mansión y se dirigieron al salón. Faltaba una hora para el almuerzo, pero al parecer, ni Diamond se acordó de esto pues estaban cada uno hablando animosamente de cualquier cosa. Aunque todos comenzaron a escuchar la conversación de Whi-two y Ruby.
-Ruby, ¿dónde estáis alojados?- Preguntó curiosa.
-Se supone que en un ''hotel'' cerca del mar, pero al parecer, nos hemos quedado aquí.
-¿Y que pasa con vuestras pertenencias?
En este momento fue cuando todos se callaron.
-¡Estábamos tan ocupados que nos las hemos dejado en el hotel!- Gritó otra vez Black, pero esta vez lleno de pánico.
-¿Y cuándo se supone que os vais?- Blue se metió en la conversación.
-Se supone que el lunes por la mañana e igual que vosotras nos vamos en tren.- Respondió su hermano Silver.
-¿Y habéis pagado la habitación y no la estáis usando?- Yellow tenía dudas.
-Sí...-Dijo Diamond arrepentido.
-Aún así era una habitación muy cutre- Comentó Gold
-Entonces... ¿que vais a hacer?- Volvió a preguntar la que inició la conversación, Whi-two.
Pues...- Black-two fue interrumpido por Platina.
-¡Ya sé que podemos hacer! Podéis ir unos cuantos en limusina a recoger vuestras cosas y devolver la llave del hotel, y que os devuelvan el dinero de las noches y días que no habéis estado. Si no quieren os puedo dar yo el dinero.
-No hace falta Platina, era un hotel de muy bajo presupuesto y bastante horrible, además de que estaba casi en ruinas.- Explico Green.
-Cállate que así nos dan dineroooooo.- Balbuceó Gold en voz baja.
Crystal le pegó un guantazo, aunque lo había dicho tan bajo que casi ni se escucha.
-Hija puta que oído tienes.- Se quejó el de ojos dorados.
La sala se quedó en silencio, pero poco tiempo después dijo Diamond:
-Chicos, debemos darnos prisa pues ya mismo es la hora del almuerzo.
