¿¡Qué dices, Potter!?

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"Todos hemos aprendido a matar nuestros sueños"

Twenty Øne Pilots-We don't believe whats on TV

*** *** ***

Después de tener aquel pequeño debate con Harry y Sirius, sobre si salir con Hermione estaba bien o no, Remus despedía a Teddy, quien estaba más dormido que despierto en los brazos de Tonks.

—Te veré luego, ¿sí?—el niño asintió a duras penas—, haz caso a tu madre, come bien y no te duermas tarde.

—Te quiero, pa.

Y yo a ti—le dio un beso en la frente y se apartó, para después dirigirse a Tonks—. Que tengan buen viaje, envíame una lechuza si me necesitan.

Ella asintió y montó su escoba, Teddy era muy pequeño para aparecerse.

Remus caminaba entre los árboles, de regreso a la carpa, cuando vio que Sirius venía en dirección a él, pareciendo agitado.

Sirius alzó la varita y lanzó chispas rojas al cielo, como emitiendo una señal.

¿Qué...? ¿Por qué...?

Todos te... buscan. La estúpida rubia... Ella atacó... Hermionejadeó Sirius, apoyándose en las rodillas flexionadas—. Tomaré la sugerencia de... Los chicos... Hacer ejercicio... No me vendría... Mal.

¿Atacaron a Hermione? ¿Estás...? ¿Ella está...? ¿Pero qué hago aquí?

Entonces Remus echó a correr en dirección a la casa de los Potter, con Sirius tras él, arrastrando los pies.

Sólo verla, Remus se abalanzó sobre Hermione, tomándola por las mejillas, inspeccionando su cara y su cuerpo.

¿Estás bien? ¿Te sientes bien? ¿Cómo...? ¿Qué pasó?

Estoy bien. Sí. Lo estoy. Lo estoy. Tranquilo.

Gracias al cielo. No sé qué haría si te... Gracias al cielo.

Entonces Remus la envolvió en un abrazo del que parecía no querer soltarla nunca. Hermione no paraba de repetir que estaba bien, que no había de qué preocuparse.

Los sobrinos de Sirius, Rick y Sully, que no se habían enterado de nada, se miraban con la boca abierta. En cambio la Señora Weasley tenía ambas manos en el pecho y miraba la escena entre suspiros, como si fuera lo más hermoso que hubiese visto en su vida.

En ese momento, Harry apareció a no más de tres pasos de distancia de dónde se encontraba la pareja.

¿Pero qué...?

Ginny se acercó a la carrera, lo cogió de un brazo y se lo llevó a tirones dentro de la casa.

Creo que sería mejor que los dejáramos hablar a solas, Arthur, queridodijo la Señora Weasley, tirando del saco de su marido para llevarlo dentro de la casa, al igual que su hija había hecho con su esposo—. ¡Niños, andando! ¡Entren, entren!

Pero... Pero... ¡Mamá! Nosotros queremos verdijo Fred, sin molestarse en bajar la voz.

¡Que entren en la casa, he dicho!

Pero ni a Hermione ni a Remus les molestaban las miradas curiosas, mucho menos los comentarios. Ella estaba aturdida, no prestaba atención a nada que no fuera él, y Lupin, literalmente, no podía apartar las manos de ella.

I'm Gonna Change YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora