¿¡Dónde está el maldito dos!?

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"Siempre a tu lado estaré
Y tu guardián yo seré
Toda la vida
Esta noche
Te prometo que no vendrán
Ni dragones ni fantasmas a molestar
Y en la puerta de tus sueños yo voy a estar
Hasta que tus ojos vuelvan a abrir"

Juanes–Tu guardián

*** *** ***

Una diminuta lechuza volaba a toda prisa por los terrenos del colegio, aproximándose a la torre principal; específicamente, a la oficina de la directora.

Pig entró como bala por la ventana, aterrizando en el escritorio con estruendo, derribando una pila de papeles en su intento por pornerse de pie.

Hermione suspiró con un poco de cansancio y agitó su varita. La pila de papeles estuvo ordenada nuevamente en un par de segundos. Cogió la carta del pico de Pig, que aleteaba con furia en un intento de apresurarla.

-Tranquilo, Pig. Voy a abrirla... ¡No me muerdas!

Abrió el pergamino antes de que la pequeña lechuza la atacara nuevamente, la letra dispareja de Ron formaba tres frases desordenadas y chuecas.

"Está por nacer, Herms. Ven rápido, por favor, te necesito.

Ron weasley
Allenby Rd, #286 1/2 , Greenford"

Hermione no perdió ni un solo segundo. Cogió del perchero su abrigo, se guardó el pergamino en un bolsillo de los vaqueros y bajó las escaleras lo más rápido que sus pies le permitieron.

El pasillo principal estaba completamente desierto, ni siquiera había rastro del poltergeist que solía molestar al que pasara.

Antes de irse debía avisar a Jackson. Los aurores tenían que saber de su ausencia.

El verdadero problema allí era encontrar al profesor sustituto. Podría estar en su habitación, en la biblioteca, en los jardines, en su aula, en el comedor... La lista era muy larga.

-¿Se le ofrece algo, Señorita Directora?

Max, el auror al que había prestado los libros de runas días atrás, la miraba con atención. Sus ojos verde pálido escrutando su rostro con minuciosidad.

-Sí, ¿sabes dónde está Howell? Necesito hablar con él de inmediato.

-Creo que estaba en los jardines. Dijo algo sobre el Lago Negro.

-Muchísimas gracias, Max.

Hermione salió del Castillo y corrió por la explanada, sorteando un par de alumnos, arbustos y estatuas hasta llegar al Lago. Ahí pudo divisar a Jackson, conversando con una muchacha de Slytherin, su bufanda tenía los colores característicos de la casa.

La composición corporal de la chica era la de una mujer a pesar de ser tan joven. Su figura era curvilínea en los lugares adecuados, su largo cabello negro danzando con el viento y su confianza al moverse la hacían lucir atractiva de muchas maneras.

Era obvio que ambos estaba coqueteando, eso la hizo sentir un poco incómoda. Pero de igual forma debía avisar a Jackson que se iba.

Avanzó con pasos vacilantes los últimos metros, sintiéndose cada vez más incómoda por interrumpir la situación.

-Buen día, lamento la interrupción-inició la castaña, sonriendo con pena-. Profesor Howell, ¿podría hablar un minuto con usted?

-Claro, por supuesto.

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2021 ⏰

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