I'm Gonna Change You

¡Pero es que hay que ver!

"¿Por qué no hablas? 
¿Dónde se supone que estoy?
Silencioso 
En los árboles 
De pie cobardemente.

Puedo sentir tu aliento 
Puedo sentir mi muerte 
Quiero conocerte.
Quiero ver.
Quiero decir
Hola".

Twenty Øne Pilots

*** *** ***

Eran casi las 8:00pm cuando Hermione y Remus salieron del Castillo. Recorrieron el camino hacia la cabaña de Hagrid a paso tranquilo y en silencio. Cuando estuvieron frente a la puerta de la cabaña, Remus dio tres golpes y, al cabo de un minuto, apareció el hombre alto y peludo conocido como Hagrid, cargando un vaso de peltre.

—Eh, Profesor, buenas noches. ¿Qué lo trae por acá?

Hagrid no notó a Hermione, puesto que ella se encontraba detrás de Remus y todo en ese lugar era oscuridad.

—Buenas noches, Hagrid. Pero no vengo solo, Hermione viene conmigo—le respondió Remus, haciéndose a un lado para dejarle verla.

—¡Hermy!—gritó Hagrid con emoción, extendiendo los brazos hacia ella—. ¿¡Cuánto tiempo!?

Despues de un abrazo lleno de ternura y un corto intercambio de palabras, Remus le pidió a Hagrid un par de linternas para poder adentrarse en el bosque.

—Lo siento, profesor, pero sólo tengo una. Sólo necesito una porque soy sólo yo y...

—Con una me vale, no te preocupes. Gracias, a la vuelta nos pasamos a conversar, si no te molesta.

—Claro que no molestan, todo lo contrario, los esperaré con una buena taza de té caliente. Y Hermione, bienvenida.

Minutos después, Remus y Hermione se encontraron caminando por uno de los senderos del Bosque Prohibido. Remus cargaba la linterna, alumbrando el camino y guiando a Hermione.

—Por suerte, la búsqueda será corta. Como mucho nos llevará media hora—informó Remus, saliéndose del sendero.

Hermione no dejaba de pensar en la hoja que había encontrado sin querer. Miraba a Remus intentando descifrarlo, buscando pistas que manifestaran inseguridad, pero por más que lo hacía, no conseguía nada. Actuaba de una manera tranquila, yendo a paso relajado pero seguro, claramente familiarizado con el tétrico entorno oscuro que era el Bosque Prohibido a primeras horas de la noche.

—Aquí está lo primero, gusarajos.

Remus dejó la linterna en el suelo y, con ayuda de su varita, metió varios gusarajos en un frasco de cristal. Observándolos con una mueca de asco un tanto divertida, los ojos de Remus tenían la expresión de un niño que recién descubre algo nuevo. Hermione, de pie a su costado, lo miraba con una media sonrisa.

—En mi tercer curso, Hagrid nos hizo alimentar montones de éstos debido a un incidente en una clase. Malfoy fue a quejarse con su padre porque su estupidez lo llevó a ofender a un Hipogrifo y éste le hirió un brazo.

—Si mal no recuerdo, fue el primer año de Hagrid como profesor.

—Sí, el pobre pensaba que después de lo de Malfoy, lo echarían del Colegio. Todas sus clases se volvieron aburridas.