"Haces que mi cielo vuelva a tener ese azul
Pintas de colores mis mañanas, solo tú
Navego entre las olas de tu voz
Y tú, y tú, y tú, y solamente tú
Haces que mi alma se despierte con tu luz"Pablo Alborán-Solamente tú
*** *** ***
Los días posteriores a aquello habían sido de los peores en la vida de Hermione. Eran tan solitarios y tediosos, que en lo único que podía pensar era en que Remus tenía razón. O eso era por lo menos durante el día.
Al terminar sus escasas clases, se encerraba en su despacho y no salía de ahí hasta entrada la noche. No iba al Comedor ni para el desayuno, y cuando Winky acudía con una bandeja de comida, ella simplemente la rechazaba. Se sumía en su burbuja y no atendía a nadie. Se cuestionaba una y otra vez el por qué del repentino enamoramiento hacia Remus. Se preguntaba si él había sido la razón de que ella hubiera aceptado el empleo en Hogwarts. Pero lo que más se reprochaba, era que no había conseguido su objetivo. Tal vez él la veía aún como una niña, incluso ella misma se sentía como una niña confundida, como una niña caprichosa. Tal vez ella lo había entendido mal; tal vez Remus sólo estaba tomando lo que ella ofrecía, y cuando ella habló de formalismos, perdió el interés.
Pero entonces, ¿por qué Neville había dicho todo aquello? Debía ser verdad.
Por las noches el panorama cambiaba. El tren del pensamiento y el análisis tomaba un rumbo totalmente diferente al del día. La razón se desviaba y el sueño le correteaba sin descanso, haciendo que Hermione pasara la noche entera en vela—a veces llorando, otras en total silencio, incluso se ofrecía a patrullar los pasillos con tal de mantener la mente a raya—, o a veces conseguía dormir un par de horas. Pero el dolor y la tristeza estaban ahí, gritandole que no lo había logrado, que era un fracaso y que no volvería a sentir algo así por nadie.
Ninguna distracción era suficiente, ni dormir dos o tres horas por noche, las ojeras enmarcaban sus hermosos ojos y estaba pálida. El cabello ya no lucía y siempre estaba enojada.
A eso se había resumido todo. La tristeza la consumía poco a poco y ella no hacía nada por detenerla.
Neville lo intentó, estaba entre los dos. Era difícil estar en ese punto medio donde cumplía la función de amigo incondicional para ambas partes. Durante el día, Remus. Durante la noche, Hermione.
El progreso era más lento con Hermione. Pero de a poco fue cediendo, al punto de acceder a ir al baile de fin de curso con él. Le costó cuatro noches de terca insistencia para convencerla, pero si la sacaba de su despacho, ya era algo de lo que estar orgulloso.
*** *** ***
Hermione entró en el Gran Comedor a las siete menos quince de la tarde. El salón estaba a rebosar, las cuatro largas mesas que solían estar a diario habían dado paso a un montón de mesas circulares distribuidas de manera uniforme, dejando al centro un círculo de mediano tamaño que funcionaba como pista de baile, sobre la cual se encontraba una gran esfera plateada que soltaba destellos al girar. Los estandartes de las cuatro casas habían dado paso al escudo de Hogwarts con su lema.
De frente a la puerta de entrada principal del Gran Comedor pero hasta el fondo, se hallaba la mesa de profesores, adornada con serpentinas y guirnaldas. Al centro de la larga mesa se encontraba la imponente silla de oro de la directora, desocupada. El atril estaba listo para ser usado y los alumnos andaban de un lado para otro, los hombres ataviados con sendas túnicas de gala y las mujeres con vestidos multicolores que llevaban infinidad de adornos. Los que se encontraban con su pareja, charlaban animadamente, y los que no, se encaminaba a la puerta con andares patosos y descordinados, sin duda nerviosos.
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I'm Gonna Change You
Fanfic¿Podrá Hermione cambiar a Remus? ¿Podrá ella cambiar su pensar? ¿Su actuar? ¿Su respirar? Y lo más importante, ¿podrá ella cambiar su vida? Nada es seguro, la única verdad absoluta es que dará todo de sí para lograrlo. •Remione• Un fanfic de Remus L...