Más feo que un troll

382 28 5
                                    

"No sé qué hay a la vuelta de la esquina,
la forma en la que me siento ahora mismo,
juro que nunca cambiará"

One Republic-Kids

*** *** ***

—Qué bueno que llegas, ella no para de llorar, está diciendo cosas sin sentido y no quiere siquiera que me acerque, la mire o le hable. Arréglalo, Hermione.

Justo abrir la puerta, Harry la había arrastrado hasta la sala y ahora espiaban a Ginny, quien ciertamente era un mar de lágrimas que intentaba, sin mucho éxito, controlar el llanto.

—Lleva así casi treinta minutos y no sé qué más hacer. Si me acerco a intentar ayudar, ella me echa y continúa llorando. Haz algo, ya—y con eso, Harry dio un empujón a Hermione, dejándola sola la pelirroja llorona.

—¿¡Por qué tardaste tanto en venir!?

Esas fueron las palabras de la pelirroja embarazada, que tenía la cara muy roja y los párpados muy hinchados, sólo ver a Hemione.

—Ah, pues... Recién había llegado a mi casa y... ¿Qué sucede?

Bien, al parecer esa no había sido la pregunta correcta con la cual empezar el interrogatorio, tal vez lo más apropiado hubiese sido ser un poco más sutil, puesto que de inmediato se puso a llorar nuevamente.

Ginny se abanicaba intentando respirar normalmente, pero no lo conseguía. Así que lo siguiente fue descargar la ira en el cojín más próximo.

—Iré por un poco de agua.

Hermione fue hacia la cocina, donde su amigo esperaba.

Luego de recibir el Patronus de Harry, el ciervo, Hermione se había aparecido en el pórtico de los Potter, con la esperanza de que la razón del llamado no fuera tan grave. Y al parecer no era grave, sólo le parecía un ligero desajuste hormonal-emocional.

—No hace falta que me informes, he escuchado todo—le dijo Harry, sin dejarle hablar si quiera y entregándole dos vasos de agua.

Hermione regresó con Ginny y se sentó a su lado, al tiempo que dejaba ambos vasos sobre la mesa de café que se encontraba frente a ella. Era la segunda vez que la veía llorar; la primera vez había sido en una situación tan diferente: ella lloraba de felicidad ya que Harry acababa de proponerle matrimonio. Ahora el panorama pintaba lo opuesto a la alegría, ella lucía desesperada y triste. El problema ahora era que no sabía a qué se debía, sólo intuía una razón: cambios emocionales y hormonales debido al embarazo. Al menos eso parecía, de acuerdo a las conclusiones que obtuvo relacionando todo lo que vio, usando algo de lógica.

—Ginny, todo está bien. Esto es sólo obra de...

—¿Por qué me siento así, Hermione?—le cortó Ginny, luego sollozó y se sorbió la nariz—. Todos estos días ha sido lo mismo. Intento estar alegre, intento distraerme y divertirme con Harry, pero por más que intento no lo consigo. Y entonces me siento tan frustrada y no quiero molestar a mamá porque sé que ella también llorará. Sé que Harry intenta ayudar, pero me frustra tanto que no pueda sentirme como antes.

Hermione tomó una de sus manos y la apretó.

—Creo que estás muy estresada. Dime, ¿qué es lo que te preocupa, el bebé o tu trabajo?—Ginny le dio una mirada de curiosidad—. Que sepas que no va a ser fácil, Ginny. Pero no alejes a Harry, él te ama y quiere ayudar.

I'm Gonna Change YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora