Capítulo 6.

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EDITADO 19.03.2018

—¿Es eso? ¿Evan se molestó contigo? Harry cariño, son hermanos, los hermanos hacen todo esto... siempre.

No era Evan maldita sea, por supuesto que no era su molesto hermano. Su cerebro trabajaba a unas mil vueltas por segundo, sin pensar realmente en algo en concreto. Decidió dejarlo como estaba. ¿Qué carajos hacía llamando a un desconocido por sus jodidos problemas?

—Sí, claro... —Estaba a punto de inventar alguna pelea tonta con Evan, pero alguien abrió la puerta de su casa.

—Pero...

—Hazzy maldito Styles. —Oh no, sonaba como la voz de su amigo, y ciertamente la única otra persona que podría entrar a su casa de no tratarse de sus padres.

—Agh, no puede ser —cortó de inmediato para tener tiempo de arreglar su histérica cara.

Se dirigió lo más rápido que pudo al baño tratando de no ser visto, pero Liam alcanzó a verlo correr por el pasillo. Subiendo con pasos furiosos las escaleras, comenzaba a exclamar unos "vuelve aquí" bastante enfurecidos. En esos momentos Harry se estaba arrepintiendo de haberle enseñado donde escondían la llave de repuesto.

Se lavó la cara, trato de hacer algo por sus ojos rojos y salió del cuarto de baño un momento justo antes de que Liam golpeara este con furia.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó con toda la seriedad que podía. Incluso intentó parecer molesto.

—Evan me llamó.

Maldita sea.

—Me dijo que tenía hambre. Harry, demonios, te dije que debes darle de comer a las 9, se tiene que dormir sí o sí a las 10, y son las 10 y un poco más y el niño todavía no ha comido.

Respiró en alivio.

—Lo siento, estuve pensando en otras cosas.

—No debes pensar en otras cosas, debes cuidar a tu hermano, Harry.

Y ahí estaba esa mirada de mierda, esa mirada de o lo haces ya mismo o tendrás un castigo que le solía dar su madre cuando tenía unos diez años. ¿Pero ahora? Ahora su madre ya no hacía esas cosas, ahora las hacía Liam.

Aunque en cierta forma estaba bastante agradecido, desde que conoció al chico de cabello marrón su vida fue un poco más fácil, y ni hablar cuando si quiera necesitaban algo, Liam siempre estaba para ellos dos.

—Lo siento, mamá —se burló.

—Sin mí, no sé qué demonios harían ustedes dos —reprochó, mientras se dirigía al cuarto de Evan. Antes de golpear, se volteó a ver a Harry —. Luego hablaremos de por qué has estado llorando.

Harry se quedó mirando. Liam se giró y golpeó la puerta, antes de abrirla y entrar sin ningún permiso. Evan estaba en su cama, con la cara de no-me-hables-o-te-muerdo, la cual desapareció al ver a Liam.

A veces Harry creía que su hermanito estaba enamorado del ojimiel y, pues, ¿cómo no? Si su comida era la octava maravilla del mundo. 

Lou*is: Heeey ¿Estás bien?

Lou*is: Me quedé preocupado, Harry, contesta por favor.

Lou*is: ¿Estás en tu casa?

Lou*is: Envíame tu ubicación si no tienes nada por hacer.

¿Louis vendría a su casa? ¿Luego del escándalo que acababa de hacer? Se moría de vergüenza.

Shut up, brat!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora