Capítulo 14.

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EDITADO 04.08.2018

Aceptó la llamada.

—¡Tommo! —Se oyó desde el otro lado de la línea.

Realmente ni si quiera él entendía por qué había respondido. Sus ojos comenzaron a aguarse en cuanto la risa del moreno se escuchó del otro lado.

¿Debía responderle? Porque, bueno, había respondido, debía decir algo... Vamos, Styles, di algo.

Cuando una persona supera a alguien, es capaz de verlo y no sentir nada. Pero Harry, él no pudo hacer eso, Harry solo supuso que lo había superado, pero en todo este tiempo, no lo había vuelto a ver, y no podría decir si sentía algo más o no.

—¡Sé que estás ahí maldito! Dime que vendrás por mi... —Dijo, casi en súplica, colocando un puchero en su boca, aunque sabía que no era visible.

Harry solo quedó en silencio y cortó la llamada. Trató de ignorar los últimos minutos y se acomodó junto al cuerpo relajado de Louis.

Unos fuertes golpes en la puerta despertaron al chico de cabellos castaños, quien, exaltado, se levantó de la cama con intenciones de ver de quién se trataba. A medio camino se dio cuenta de tres cosas.

Primero, estaba completamente desnudo.

Segundo, Harry estaba durmiendo a su lado, con su ceño fruncido y un pequeño puchero en sus labios. Completamente adorable.

Y por último, había tenido sexo con su amigo, y habían dormido juntos esa noche. Le dolía el trasero.

Louis retrocedió, dejando que la puerta sea golpeada con brutalidad, ignorándola por completo. Buscó su bóxer, una camiseta y se vistió.

Se sentó al borde de la cama para despertar al rizado. Recordó que tenía que buscar a su amigo del aeropuerto, y también pensó que seguramente ya se había hecho malditamente tarde.

—Hazz... —Susurró, medio fuerte, medio suave, acariciando el rostro del rizado.

Cuando este despertó, luciendo aún más enojado de lo que ya parecía, observo al castaño y le regaló una sonrisa. Luego rio.

—Mi camiseta te queda enorme —comentó, levantándose de la cama de un solo salto.

Louis lo miró con lujuria, no se pudo resistir a darle una nalgada, a lo que Harry se dio vuelta para mirarlo amenazante y regañarlo bajito.

El mayor se levantó de la cama, dejando que la remera del ruludo se deslizara por su cuerpo hasta tapar completamente sus muslos. La verdad que sí era grande.

El rizado no tenía ningún problema en pasearse por la habitación completamente desnudo mientras buscaba sus prendas, tomó los pantalones de Louis y se los lanzó por sobre la cabeza para que terminara de vestirse, continuó buscando... De nuevo la puerta siendo golpeada con brusquedad.

—Iré a ver de quién se trata... —Susurró. El rizado solo asintió y se metió en el cuarto de baño, con la ropa en mano.

—¡Maldita hija de-hola! —Saludó una muchacha de cabellos negros una vez que se abrió la puerta —. Seré tu compañera de... —Dijo, bajando su tono de voz, observando a Louis, parecía confundida —. Se supone que debías ser una chica.

—Pues ya ves, tengo pene, lamento decepcionarte —respondió Louis, sonando completamente borde, y tratando de cerrar la puerta.

La chica del otro lado de la puerta puso su pie, impidiendo que esta se cerrara completamente. Louis observó esos tenis con furia, frustración y desagrado.

Shut up, brat!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora