Sweet Melodies

-4-

Llegué a la fiesta aferrada fuertemente al estuche de mi violín, estaba sumamente nerviosa.

Traté de tranquilizarme y fue cuando la vi... 

Iba totalmente hermosa, mi pulso se aceleró a más no poder. Creí que me desmayaría, pero no fue así, mis compañeros del grupo fueron a saludarme, haciendo que perdiera de vista aquel rubio cabello. 

Íbamos a tocar música renacentista y barroca. Así que preparé con brea el arco del violín y pronto estábamos tocando.

Delilah estaba entre el público. Y yo...de vez en cuando quitaba mi vista de las partituras para ver el azul que me tenía obsesionada. 

Cuando terminamos las primeras piezas, fui a tomar algo de agua y me senté. 

-Hola

Una melodiosa voz me sacó de mis pensamientos. Era Delilah.