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El día anunciaba ser estupendo desde mi ventana abierta. Notaba el calor que había afuera, que era leve y el viento que encajaba perfectamente con el clima. 

Yo ya estaba lista, me había puesto presentable para cuando Delilah llegara, estaba emocionada y nerviosa por presentársela a mi madre. Pero muy contenta de que la aceptara. 

Así que bajé las escaleras y fui con mi mamá a ayudarle a preparar las cosas. Mi mamá estaba en el jardín, estaba asando lo que comeríamos: carne. Por mi parte, arreglé la mesa que igualmente estaba en el jardín. Puse todo lo necesario y después fui a preparar algunas ensaladas y pasta a la cocina, e hice té helado, el cual le encantaba a Delilah; que posteriormente llevé a la mesa. Parecía que todo ya estaba listo. La mesa lucía encantadora, realmente quería que todo fuera estupendo y que Delilah se sintiera cómoda. 

Me senté en una de las sillas un momento y después tocaron el timbre. Mi mamá me preguntó con la mirada si abría ella o yo, pero rápidamente me levanté a abrirle a Delilah. 

Cuando abrí la puerta, me encontré a la chica más hermosa; quien sostenía un ramo de rosas y una tímida sonrisa. La abracé y besé aún en la puerta. 

-Vamos pasa- Le dije, tomándola de la mano. 

-Blaire...esto es para ti -Dijo Delilah extendiéndome el ramo, el cual tomé con cariño. 

-Muchas gracias, Delilah -Sonreí. 

Después de que cerré la puerta, caminamos hasta el jardín. Podía notar que Delilah también estaba nerviosa igual que yo. 

-Estás más linda de lo normal -Susurré a su oído antes de que mi mamá de acercara a nosotras. No le dio tiempo de responder, pero pude ver el leve sonrojo en sus mejillas, que combinaban con su rubio cabello. 

-Así que tu debes ser la que trae loca a mi hija -Dijo mi mamá extendiendo su mano a Delilah, quien la tomó y rió enseguida. 

-¡Mamá! -Protesté apenada, ahora la que debía estar roja era yo, sentía el calor en mi cara. 

-Es un gusto, señora -Dijo educadamente Delilah. -Le agradezco mucho que me reciba en su casa, es encantadora.

-Oh vamos, tenía que conocer a la novia de mi hija -Bromeó mi mamá -Y vaya que tiene buenos gustos- Ambas rieron. -Vengan, empecemos.

Fui a buscar un florero, lo llené de agua y deposité las flores que me había regalado Delilah.

...

Parece que mi mamá y Delilah se llevaban muy bien. La tarde fue como esperé que sería; la comida estuvo excelente y el clima también. Hablamos de muchas cosas interesantes y divertidas: nuestra carrera, lo que hacía Delilah, como nos conocimos etc. Al final Delilah le dijo a mi madre que quería algo serio conmigo, lo cual hizo que mi madre soltara unas cuantas lágrimas, y en mi interior creció más mi afecto por ella. 

No pude dejar de verla en toda la tarde, lucía hermosa, tal como si nunca la hubiera visto antes; como la primera vez. 


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La chica de la foto es la que todas queremos tener...*sonido de tambores* 

Delilah!



Sweet MelodiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora