No recuerdo el momento exacto en el que me enamoré de ella...habían tantas cosas de ella que me encantaban.
Su cabello.Definitivamente su cabello fue lo primero que me atrajo de ella, en cuanto a lo físico.
Lo primordial fue la música. Su música, la cual me dejó sin palabras al escucharla. Los matices expresivos con los que toca, los sentimientos que pone en ella, dando todo lo que es en las notas que da el piano ante su tacto, suave y tibio.
Pero vuelvo a su cabello; rubio y largo con curvas que se encuentran a lo extenso de éste. Iluminado por esa tenue luz de cuando la vi por primera vez. Aquél en el que me encanta enterrar mi cara, para inhalar su aroma.
Sus ojos; la forma que tienen y el color fueron también las principales características que hicieron que me enamorara de esa musa tan perfecta a mi parecer. Y que sabía que probablemente nunca me miraría. Pero no fue así.
Ahora sus labios buscan y rozan suavemente los míos mientras yo le entrego todo lo que soy en ellos.
Mis manos se sienten privilegiadas por poder acariciar su piel para después fundirse entre sus miles de cabellos dorados.
Yo me siento mundana al recibir sus miradas con aquellos ojos que parecen casi inhumanos. Tan perfectos y azules, donde me podría perder.
No me siento digna de escuchar su voz que suena para mis oídos como una melodía hermosa, dulce y cálida que podría escuchar siempre. Y sin embargo estoy agradecida con ella porque me permite hacer esto cada día aunque no lo merezca.
Estoy agradecida por el hecho de que me ha permitido amarla; y yo siento igualmente su amor, cuando el atardecer está en su cumbre y la luz naranja del sol pega en mi cara y ella me mira. De una forma pura y profunda sobre su semblante que permanece serio, pero que dice más que mil palabras. Y solo se limita a mirarme, tal vez de la misma forma en que yo la veo a ella.
Sus manos acarician las mías con parsimonia mientras escuchamos música, después de haber estudiado por horas. Y cierra los ojos soltando un suspiro, sé que está cansada pero no suele decirlo mucho.
En esos momentos con cosas que parecen insignificantes, me doy cuenta de que ella es la indicada con la que quiero compartir todo lo que soy, y todo lo que seré por el tiempo que ella me permita.
Aún no recuerdo en qué momento quedé atrapada en su música, en su voz, que todos los días hacía dulces melodías en mis oídos.
Fin.
ESTÁS LEYENDO
Sweet Melodies
RomantizmTu voz es mi más dulce melodía... La música de Delilah enamoró a Blaire.