El Chico De Las Notas | Harry Styles

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Trate de mirar la letra de Aiden en toda la clase, y no pude hacerlo. El hecho de que matemáticas sea un 99% ejercicios me hace más difícil la tarea. Pero la nota de ayer me dejo bastante claro que no era él. Porque decía que aún no se había acercado, lo que implica que todavía no lo he visto. Admito que me decepcione tenía la esperanza de que fuese Aiden aquél chico.

Esto de las notas, me está empezando a gustar. Porque al menos por un rato, puedo olvidar lo que me rodea y sentirme como una adolecente normal. Por un momento, puedo olvidar que mi vida es una mierda, y vivir la vida de una chica de tan solo diecisiete años.

Todo lo demás sigue exactamente, aunque Ashley ha estado comportándose extraño últimamente, desde que me confeso que está de novia. Casi no se acerca a mi, debe estar ocupada en su relación. Por lo tanto no le tomo mucha importancia. Aunque aveces desconfío de ese "supuesto novio", habla muy poco de él. Y además, nunca lo he visto. Todo es muy raro, pero así es ella no habla mucho de su vida. Ni siquiera se como está conformada su familia. Siempre que le pregunto, cambia de tema o me dice que no quiere hablar sobre eso. Me resulta extraño, pero a pesar de eso siempre está cuando la necesito, y con eso me basta.

Abro el casillero y encuentro la nota en una esquina. La tomo entre mis manos y leo el papel. Alejando por un momento, todos los problemas que me rodean.

"Hoy es Viernes, lo que implica que una semana más de clases ha terminado (pero eso debes saberlo). Pero también implica, que estaré dos días sin verte, cosa que no me agrada mucho. Y ya que no me acerqué está semana, te daré una pista y es que estoy en último año... Lo se, no es suficiente pero por ahora no diré más. Espero que tengas un buen fin de semana y que sonrías más a menudo. ¿Mencione que me encanta tu sonrisa? Creo que lo hice, sin embargo no me cuesta nada recordarte... Que me encanta.

Atentamente; el chico que por ahora, no planea salir del anonimato"

Guardo la nota en mi mochila junto con las demás, si guardo todas y cada una de las notas que me da. Repito interiormente lo que decia, y sin poder evitarlo una sonrisa estúpida se instala en mi rostro.