9

174 22 3
                                    


Él nunca deja marcas, o al menos nunca las deja visibles. Siempre son en lugares ocultos donde nadie las pueda ver, es muy astuto. Y llega un momento, en que ya todo te da igual. Que un dia mas, que un dia menos es lo mismo. Llega ese punto, en el que no encuentras algo para seguir intentándolo. Pero es cuando veo a mi hermano que todo ese temor se esfuma. Cuando veo el temor surcando sus facciones, cuando veo que se pone a cantar a todo pulmón para no oír lo que pasa. Cuando sus ojos me miran suplicantes, cuando me ruega que haga algo. Entonces, mi valentía aparece. El levantarme cada dia, para seguir. Porque si yo no estoy no se, que sera de su vida en un par de años.

Mientras entro al instituto a paso lento, mi cuerpo duele. No es algún lugar en específico si no todo. Me golpeó con brutalidad y luego siguió con Jony. Él... prometió no golpearlo pero aún así lo hizo. Y como si eso no fuese suficiente mi madre también lo hizo. Estoy harta de toda esta mierda, de mi vida. Es tan patética que la odio más que a nada. Pero tengo que tolerarlo, porque no tengo mas remedio.

- ¿Estás bien? - vuelve a preguntar Ashley, quien viene a mi lado.

- Si. - musito sin ganas.

- ¿Segura? - alza una de sus cejas y asiento frenéticamente.

Suspira y subimos las escaleras de la entrada, hoy es uno de los pocos días que llego temprano a clases. Ya que, ni siquiera pude dormir la pasada noche.

Entramos a los atestados pasillos y los murmullos, gritos y risas de los alumnos me hacen doler la cabeza. Cierro los ojos y suspiro preparándome mentalmente para un día más de esto.

Mi casillero está primero por lo tanto nos detenemos allí, miro a Ashley pero ella está ocupada mirando quién sabe qué.

No le doy importancia, y pongo los dígitos correspondientes del casillero. Abro la puerta de metal y la nota comienza a caer lentamente pero alcanzo a tomarla entre mis manos.

La miro de reojo y al ver que sigue en lo suyo, me apresuro a leer. 

"Nunca antes me había pasado algo así, nunca antes me habían hipnotizado un par de ojos. Azules como el cielo cuándo oscurece... Intensos como el fuego... Profundos como el océano... Y ese brillo que aparece en ellos cada vez que lees mis notas, me cega, porque irradias luz propia Elena.

Atentamente; el chico de las notas"

- ¡¿Tienes un admirador secreto?!

Me sobresalto asustada y me giro. Ashley tiene los ojos abiertos de par en par y no deja de observar la nota que traigo en manos. La ha leído.

El Chico De Las Notas | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora