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¿Que le pasa? Lo he notado extraño toda la noche, y me confunde su actitud. Pasados unos minutos, regresa de la cocina tratando de reprimir una sonrisa.

- ¿Vamos? - me tiende su mano derecha.

- ¿A dónde? - junto las cejas.

- A tu habitación.

- ¿Qué? ¿Estás loco? - abro los ojos mirando a ambos lados.

- Tu tía me dio permiso. - confirma.

- ¿Qué mi tía qué? - abro la boca.

- Lo que oíste, ahora deja de exagerar y vamos. - acepto su mano y nos dirigimos a mi habitación.

- ¿No podemos estar en la sala? ¿Qué tiene mi habitación? - pregunto algo incómoda cuando llegamos a la puerta de mi recámara.

- Ya lo verás. - alza las cejas - Las damas primero. - me abre la puerta y entro.

Mi habitación esta tal cual, como la había dejado no hay nada raro.

- ¿Y bien? - me giro para mirarlo.

Cierra la puerta despacio y saca un pañuelo de su bolsillo trasero.

- Harry, no me digas que... - señalo su pañuelo algo nerviosa.

- ¿No te gustan las sorpresas? - se acerca mas a mi.

- Si pero... - trago en seco.

- De acuerdo. - deja en pañuelo a un lado en el escritorio. - Entonces cierra los ojos.

Sonrío a medias y los cierro un instante. Escucho como da unos pasos en la habitación, abre una puerta que suena como la del baño. ¿Vino a mi baño? Sonrío más al entender que porque se encontraba nervioso cuando subió.

- ¿Puedo abrirlos? - pregunto impaciente.

- Aún no. - oigo nuevamente sus pasos - Ahora.

Sin esperar abro los ojos, y con lo que me encuentro me deja helada. Trae en manos un oso de peluche gigante, es marrón y trae dibujaba una sonrisa en su rostro. Sus manos están juntas en su pecho donde tiene un corazón que dice, "Te Amo".

- Harry... - digo y me tapó la boca - Es hermoso, muchas gracias. - lo tomo entre mis manos apreciando la calidez de su cuerpo de peluche.

Tiene un olor dulce y es sumamente suave. Lo dejo en mi cama y me tiro sobre los brazos de Harry.

- ¡Gracias, gracias! - chillo emocionada.

- De nada. - sonríe - Te faltó ver algo. - señala el oso.

- ¿Qué? - vuelvo a verlo y me acerco a el inspeccionándolo con la vista.

Detrás del corazón hay una hoja, la saco y sonrío de oreja a oreja. Una nota.

La emoción de la primera vez que encontré la nota en mi casillero regresa. Y sin esperar comienzo a leerla.

"Elena... Hoy es un día especial para ti y quiero que sepas lo mucho que significas en mi vida. Llegaste en el momento menos esperado revolucionando todo a mi mundo. La primera vez que te vi, te aprecie como si fueses un tesoro. Algo inalcanzable... Para mi. Fuiste colandote en mis pensamientos, en mi corazón. Es entonces que me di cuenta que no eras alguien más para mi. Eras mucho más que eso. Mis días tenían sentido, por ti. Por ver tu hermosa sonrisa cada ver que leías una de mis notas. Solamente por verte feliz Elena. Porque tu felicidad es lo que más me importa, cuándo una sonrisa aparece en tu rostro mi mundo se detiene tan solo para apreciarte. Eres lo que más quiero en mi vida, y lo mejor que hice fue haberte conocido. Haber luchado por ti, haber escrito aquella nota. Haber estado al pendiente de lo que hacías a cada instante. No se que hiciste conmigo, pero estoy completamente loco por ti. Y te amo, ¿leíste bien, Elena?
Te amo, inmensamente y no lo ocultare más. Por eso y muchas cosas más quiero que estemos juntos. Solo tú y yo. Que seas mi chica, la más perfecta y hermosa que he conocido. Es que el estar junto a ti me parece tan hermoso, que aveces creo que estoy soñando. Estoy soñando con el ángel más lindo que alguna vez haya pisado está tierra... Y te haré la pregunta que me ha traído nervioso a lo largo de la semana. Elena Ground... ¿Me harías el gran honor de ser mi novia?"

El Chico De Las Notas | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora