El Chico De Las Notas | Harry Styles

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- No, Elena. No permitiré que...

- No fué por ti Harry.

- ¿No? - alza las cejas. - ¿Entonces?

- Tú no fuiste el único que mintio aquí. - trago en seco.

- ¿De qué hablas?

- Escúchame, no me conoces en absoluto Harry. No sabes nada sobre mi, y no quiero que te decepciones.

- Jamás lo haría. - responde al instante, pero lo noto nervioso.

- Mi vida fue dura desde chica, mi padre nos abandono pero depués de unos años regreso. Desde ese día mi vida se volvió un infierno... Él es un alcohólico, a demás de adicto. También nos golpeaba a mi, a mi madre y A Jonathan mi hermano menor. - aclaro y prosigo - Asi pasaron los años y continuamos bajo el abuso de nuestros padres. Por eso es que algunos días me veías triste en el instituto. - me aclaro la garganta - Hace un tiempo Jackson mi padre, golpeo a mi hermano con tal brutalidad. Que no pude resistir y acabe llamando a la policia. Todo comenzo a partir de allí, ellos fueron presos y nos fuimos con nuestra tía. Hace algunos días fue el juicio contra ellos, y Ashley fue una de sus testigos. Ella confeso que conocía a mi padre y que el la saco de las calles. Comenzaron a salir y el ke pidio que sea mi amiga para mantenerme vigilada. Ella me confesó que nunca me quiso, que solo finjia y que ella ideo lo de las notas. Porque me odiaba y dijo que tú, habías aceptado.

Al terminar de hablar suspiro lentamente y levanto la vista... Me mira con un sin fin de emociones atravesado sus ojos.

- Por Dios Elena, tú no merecías pasar por todo eso... - niega - Sabía que algo andaba mal, pero jamás pensé que sería algo así. Y Ashley como pudo hacerte eso... Lo dijo por despecho Elena. Porque nunca la quise y cuando le dije que te amaba. Se puso furiosa, ya no me sorprende nada viniendo de su parte.

- Entonces... ¿es mentira?

- ¡Claro que si! - levanta las manos. - Yo nunca te haría daño, porque lo que más me importa es tu felicidad.

Sonrío interiormente al oir sus palabras. Pero, no lo demuestro.

- Pero dime, ¿que paso con tus padres?

- Ellos están tras las rejas.

Me mira un instante y da un paso hacia mi titubeante, al notar que no me alejo se acerca y me rodea con los brazos.

Me aferro a su espalda y lo pego mas a mi, sintiéndome más protegida que en cualquier otro lugar.