Carol, ¿Por qué me acosas?

Feliz cumpleaños, Carol: parte 1.

ATENCIÓN: Si, se que no es un capítulo nuevo, PERO ANTES DE QUE SE VAYAN, quiero avisar que he cambiado un poquito el final. Resulta que la parte final que yo había planeado para este capítulo no se logró guardar y Wattpad publicó una versión anterior, así que la volví a escribir. A decir verdad tampoco me sentía muy conforme con como había terminado así que decidí cambiarla. Perdón si el cambio parece muy brusco, de verdad que no tengo idea porque Wattpad hizo eso :'c

Por favor, si tienen una opinión sobre este capítulo dejenla en los comentarios. Porque la verdad, siento que no di lo mejor 💔

Fer realmente no sabía que hacer en una fiesta.

Si pudiera contar las veces que había ido a una, la respuesta probablemente sería cero. Esta era la primera vez que lo invitaban, y para ser sincero, no estaba muy seguro de que le evento sería divertido para él. Él no era un chico muy extrovertido, eso estaba claro, y como si eso no fuera suficiente no tenía ninguna experiencia en cumpleaños. Lo más cercano que había podido presenciar de uno, eran las canciones de cortesía que cantaban en los restaurantes para los clientes más fieles. Lo cual, por cierto, Fer consideraba una tontería.

Pero, volviendo al tema, esta era la primera vez que Fer venía a una fiesta y se sentía verdaderamente nervioso, por no decir fuera de lugar.

Ahora mismo iba de camino al lugar del festejo, junto a Tony, quien se había ofrecido a llevarlo en su auto después de haberlo acompañado toda una tarde a elegir un obsequio para Carol.

Si, un obsequio. Después de que Carol lo invitara a su fiesta, Fer le había pedido a su amigo que lo ayudara a escoger un regalo decente para su excéntrica compañera de puesto. Tony había accedido sin pensarlo y Fer agradeció mentalmente, era consciente de que no era muy creativo la hora de dar algo, así que no se molestó en seguir los consejos de su amigo.

Después de pasar todo el día visitando miles de tiendas femeninas,  y haber entrado por equivocación a Victoria's Secret (donde terminó gravemente traumado) al final habían encontrado lo que parecía una buena opción para su obsequio, o al menos eso quería creer Fer.

Carol había dicho que no le gustaban los peluches ni las flores, y aunque de todas maneras jamás le hubiera comprado algo así, no estaba seguro de que lo que llevaba ahora en sus manos fuera mejor. 

 —Muy bien, llegamos —Tony lo sacó de sus pensamientos cuando estacionó el auto frente a una casa blanca al final de la calle al vez que le avisaba que ya podía bajar.

Fer se asomó por la ventanilla antes de hacerlo, y observó la gran casa que estaba en frente de ellos. Por lo visto la fiesta ya había empezado hace tiempo, porque al bajarse del vehículo logró divisar a varios chicos en el jardín y otros adentro de la casa, bailando como si no hubiera mañana. 

Él se giró para ver a Tony esperándolo en la entrada de la cerca.

—¿Vienes o no? —preguntó con mofa su amigo.

Fer torció el labió y bajó la vista hacia sus manos; la cajita plateada todavía yacía en ellas, campante. Fer la examinó con recelo y se preguntó una vez más si habría sido buena idea.

—¿Crees que le guste? —le preguntó a Tony. 

Él solo rodó los ojos.

—Cualquier cosa que venga de ti le va a encantar, idiota. Es más, si le hubieras regalado ropa interior como yo te sugerí te aseguro que habrías terminado esta noche en su cama.

Fer gruñó ante el comentario. —¿Quieres dejar de hablar como un pervertido? —pidió con fastidio—. Ya te he dicho que ella y yo... no tenemos ese tipo de relación —habló, aunque no se sintió muy seguro de lo que estaba diciendo. No sabía porqué pero cuando pensaba en Carol, no encontraba la manera de describir su relación con ella. Miró hacia un lado nervioso—. No sé hasta cuando tendré que repetirlo.