50. Corte de cabello.

635 117 18
                                    

—Buenos días.

—Uh, Carol, que diablos...

—Ni una palabra sobre mi cabello. Ni una palabra.

—Okay, pero... ¿estás bien?

—No, no lo estoy.  Resulta que fui al salón de belleza y no estaba la estilista de siempre. Otra chica se ofreció a atenderme pero en cuanto vi sus cejas mal depiladas supe que algo andaba mal.

—No entiendo nada, pero continúa.

—Solo las puntas, le dije. ¡SOLO LAS PUNTAS! 

...

—Me ha cortado la mitad.

—Oh.

—¿Cómo se supone que me vea al espejo sin llorar?

—Oye, no es para tanto. Volverá a crecer.

—¡Claro, en un año! Dime, ¿que harías si te dejaran calvo?

—Umh, no lo sé pero no me echaría a morir.

—Grrr.

—Vamos Carol, sigues siendo tú. Además...

...

—¿No crees que se ve lindo así?

...

...

Ah, espera.

¿Lo dije en voz alta?

—Tú... ¿crees que me veo linda?

—Tu cabello, dije tu cabello.

—Es lo mismo.

—No, no es lo mismo. 

—Dijiste que me quedaba lindo, por lo tanto crees que me hace ver linda.

—¿Que forma de retorcer mis palabras a tu favor es esa?

—¡Oh chéri! Estás tartamudeando.

—Y tú empiezas a reírte. No cambias.

—No, no. No me estoy riendo...

—¿Entonces?

—Perdóname. 

...

—Solo me siento tan bien... que no puedo dejar de sonreír.

...

...

—Eres cruel, Fer. Lanzas ese tipo de cumplidos en el momento más inesperado.

—Yo... lo siento, no era mi intención.

¿Que diablos? ¿Por qué me disculpo?

—Descuida, pero volviendo al tema, tienes razón, no me queda mal.

—Lo aceptas demasiado rápido.

—Es inevitable si eres tú quien lo dice.


Carol, ¿Por qué me acosas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora