Capítulo 18. "Mi camino hacia él"

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Muchas veces la razón te impide hacer lo que tu corazón quiere y anhela. Pero también muchas otras veces es el corazón a quien le gana la razón y no piensa en las consecuencias de sus actos, en lo que está mal o bien y en quien puede salir lastimado con sus decisiones. Esas escasas veces que el ser humano se deja llevar por lo que su corazón le pide, le exige, le exclama. Esas veces donde dejas a la razón atrás y miras solo lo que anhelas en ese momento, alcanzar tu objetivo y no pensar por esos momentos en que te dejas llevar. Perderte en esos instantes y disfrutar. Son pequeños momentos cuando el humano hace lo que su corazón le pide y no lo que la razón dicta que es lo correcto. Son los pequeños instantes mágicos que pueden existir en tu vida, los que debes disfrutar y guardar como un gran tesoro en tu corazón. Porqué solo hay una oportunidad para dejarte llevar, una sola que puede cambiar la historia de tu vida. Y el camino de tus pasos.

...¿Y si olvidamos todos los problemas por una noche, y nos amamos bajo la luz de la luna?

Solo por esta vez. Solo por este momento. Solo por hoy.

Hyukjae cambio el destino de sus pasos, dejándose llevar por lo que su corazón le pedía a gritos dentro de él. Atrás había quedado el camino a casa y ahora deambulaba por calles frías pero transitadas e iluminadas por las luces de los locales cercanos. El rubio caminaba con pasos lentos, como si tuviera toda la noche para llegar a su destino. Nerviosamente se mordía el labio inferior y sus manos se protegían en las bolsas delanteras de sus vaqueros. Miraba hacia el piso como si algo mágico y hermoso hubiera ahí, no levantaba la vista más que para lo necesario, como el cruzar los semáforos y pedir disculpas si es que chocaba con alguien.

Estaba nervioso. No tenía caso engañarse a sí mismo. Nervioso por no saber que esperar de Donghae cuando lo viera ahí, en aquel lugar oscuro y oculto. Nervioso porque no sabía que decirle o qué hacer cuando estuvieran frente a frente. Pensaba una y otra vez en las palabras de Yesung. Pero por más que calaba en aquellas palabras no podía entenderlo ni comprender a lo que se refería el mayor. ¿Cómo podía ser él la salvación de Donghae? Cuando el mencionado no le dejaba ni darle los buenos días, ¿cómo podía ser él de ayuda? Cuando Donghae le lastimaba haciéndole ver que no necesitaba su ayuda y mucho menos de él a quien esos ojitos le decían que lo odiaban sin razón alguna.

Pero más pronto que tarde, aunque sus pasos fueron lentos, estaba entrando a las calles solitarias y oscuras, mucho más frías y sin un alma viva que transitará por ahí. Por un momento pensó en regresar a casa y vivir lo mismo de siempre: dormir junto a alguien que no amaba. Pero desecho esos pensamientos inmediatamente cuando a lo lejos de donde estaba él dos sombras de chicos caminaban sosteniéndose uno a otro, ambos riendo y a la misma vez llorando mientras una botella de quien sabe que tocaba los labios de uno de ellos. Aquel par de chicos se veían mucho más menores que él y tan lamentables. El rubio reacciono cuando supo que los chicos venían de la dirección donde se ocultaba Donghae. Su corazón se polarizó al imaginarse así al castaño y ya no pensó más. Siguió caminando, esta vez más rápido, más de prisa que cuando se dio cuenta estaba frente a un pequeño cuarto destartalado y oscuro, al parecer, pero la música melancólica de su interior delataba la actividad dentro del abandonado lugar.

Una puerta metálica lo separaba de Donghae.

Respiro profundamente y volvió a repetir la acción, termino expulsando todo el aire contenido en sus pulmones. Su mano temblorosa, por una parte del frío y otra de nervios, toco débilmente la puerta gris metálica y fueron segundos los que paso parado sobre el oscuro callejón cuando un chino no de muy buen humor abrió y le miro con el ceño fruncido. El chico se miraba mayor que ellos, pero no por muchos años. El chico lo miraba y él no sabía que decir o hacer para que le dejaran entrar al lugar.

[EunHae] REENCARNACIÓN DE UN AMOR FALLIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora