Capítulo 12. "El callado no tan callado"

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Podría ser el más idiota de todo el mundo, pero muy dentro de mí sería la persona más tierna e idiota enamorado de él...


Las voces chillonas y gritonas de sus compañeros a su alrededor eran como un martillo taladrando su mente, la voz del profesor delante de ellos era un ingrediente extra para que el rubio sintiera dolor de cabeza y ganas de marcharse de ahí, pero más insoportable era el hecho de tener al extraño chico de negro sentado a su lado, desprendiendo un aura oscura y deprimente, que a cada movimiento que él hacía el chico respondía con otro pero en cambio a él, fuera como si quisiera alejarse de él y no entendía que era lo que tenía de malo o si acaso olía mal para que el chico le huyera de esa forma.

Podría soportar a sus compañeros habladores, podía soportar a su profesor hablando de quien sabe que tema pero lo que no podía soportar era el aroma del cuerpo que desprendía el chico a su lado, no podía siquiera soportar su solo presencia. El chico lograba hacerle sentir como llamas de fuego le consumieran su sangre, su alma, los latidos de su corazón. Y esa extraña sensación. Le daba miedo. Sentía como si su cuerpo se descontrolara y buscara un solo pequeño roce con el chico pero fallando en el intento cuando el otro le huía como si fuera él quien lo quemara con su solo toque.

[Pov Donghae]

Enojado no sería la palabra correcta que me definiera en estos momentos, estaba mucho más que eso cuando al maldito profesor se le ocurrió sentar a mi lado al nuevo, a sabiendas de que odiaba compartir lugar con alguien y que mi temperamento no era muy paciente que digamos. Podía ser un chico emo, él raro del semestre, el que no hablara y el que se sienta hasta un rincón del aula con una mirada perdida, pero no por eso quería decir que no tenía emociones o me supiera defender y, es que era muy fácil sacarme de mis casillas, haciéndome explotar de enojo en un segundo y eso no era recomendable para nadie, pero a mi maldito profesor parecer ser que se le olvido cuando mando al chico nuevo a mi lado. ¡Estúpido!

Suspire lleno de fastidio cuando sus pasos se escucharon acercándose, no di la oportunidad siquiera de mirarlo, vamos que ni su nombre recuerdo. Escucho el chillido de la silla a mi lado correrse y a él acomodarse, solo su brazo rozando con el mío y logrando que una electricidad desconocida viaje por mi interior.

Quise voltear y mirarlo con reproche pero al hacerlo solo una cabellera rubia platinada me recibió, dejándome sin éxito de verle el rostro. Me quede unos segundos mirando su cabello hasta que la voz del profesor me despertó del trance y mi mirada regreso a la ventana, sin prestar atención al a clase.

¡Por los dioses del cielo! El chico a cada segundo se removía como si no encontrara la postura correcta, haciéndome estresar y enojar. Cuando intentaba mirarlo de nuevo la cabellera rubia alborotándose con sus movimientos quedaba frente a mi vista. Sus movimientos estaban comenzando a desesperarme y los leves roces aún hacían el efecto anterior en mi cuerpo. Por un momento cerré mis ojos para respirar profundamente y no decirle algo, no era una buena opción cuando ayer gracias a otro idiota lleve un recado a casa. Tenía que clamarme pero este chico me lo hacía imposible.

--Deja de moverte –mascullo con voz rasposa y baja cuando he llegado a mi limite, y me felicito de haber logrado su atención cuando lo veo respingar en su asiento y paralizarse.

Se queda quieto como si fuera una estatua y apenas se le escuchaba respirar, eso causo una risa interna en mí de sólo imaginármelo y así paso la clase. El timbre de finalizada la primera clase sonó y todos los chicos comenzaron a salir a cambio de aula. Por costumbre era siempre yo el último en salir y eso no cambiaría. Todos salieron hasta que el salón quedo solo con nosotros dos.

[EunHae] REENCARNACIÓN DE UN AMOR FALLIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora