Capítulos: 25 + Epílogo.
Personajes/Couple: Eunhae
Genero: Fantasía, Drama, Romance
Clasificación: Yaoi
Advertencias: Lemon
Personajes: Aiden/Spencer/Donghae/Eunhyuk
Todos los derechos de la historia, excepto los nombres de los personajes de SJ...
Letra en negrita: Pasado, recuerdos, imágenes de Spencer y Aiden.
Letra normal: Presente.
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¿Qué tanto puede cambiar tu vida en un segundo?
Decir que moría de miedo ¡Era nada! Temblaba de pies a cabeza mientras que en su mente le rezaba a todos los santos religiosos que nada malo le pasara, que lo que le susurraba y dibujaba su subconsciente que estaba por pasarle y como terminaría todo, fuera falso... que nada de ese infierno se desatara.
Él mantenía sus ojos bien abiertos en estado de alerta, llenos de sorpresa y miedo de lo que estaba pasando con Kangin. Él nunca, ni en sus mejores sueños llego a imaginar estar en algún momento de esta manera con Kangin y, mucho menos, pensar que el hombre al que todos temían en el colegio fuera... ¡gay! Y no siendo eso suficiente, ¡Lo deseara a él! tantas emociones nadaban por su fragilidad, pero solo una... una de esas tantas era la que más se intensificaba: Miedo.
Él era víctima de un beso robado por alguien como Kangin y sentir su mano apresando su sexo, rozándole sin detenerse aunque él se lo suplicara, excitándole y jadeando entre el beso. Esto era nuevo para él y, aunque alguna vez lo leyó en un libro de comedía romántica o lo había visto por televisión, ser parte de algo como eso, la practica era desconcertante, dejándolo sin saber qué hacer. Pero una cosa si tenía clara ¡No quería que Kangin siguiera tocándolo de esa manera! Mientras él intentaba todo por alejarlo de su cuerpo, mordiéndole los labios con fuerza entre el beso forzado intentando que lo soltara él pensó en Hyuk. Silenciosamente le gritaba, como si el mayor pudiera escucharlo telepáticamente y fuera a rescatarlo del infierno que estaba por vivir. Kangin, por fin, finalizo el beso con una mordida salvaje causándole una pequeña herida a su labio inferior. Su mano también se alejó, dejando erecto su miembro, mirándolo con morbo y burla.
Donghae, bajo esa mirada, se sintió tan frágil, pequeño... tan insignificante, sucio y humillado.
Quería llorar, gritar y patalear hasta borrar ese momento de su memoria, pero su cuerpo simplemente no reaccionaba, estético pegado al suelo, su respiración entrecortada y sus ojos mirando el bulto que sobresalía de sus pantalones. Él sabía lo que ahí se ocultaba y ¡se odio! ¿Cómo era posible que se excitara con el toque de esa bestia? Negando efusivamente ante su derrotada imagen, miró al líder que estaba frente a él y aún muy, muy cerca de su cuerpo.
Las paredes que lo apresaban se llenaron de ecos de la risa burlona de Kangin. Donghae, como un niño asustado y solo fue arrinconándose a la pared más próxima, dejándose caer para hacerse ovillo entre sus piernas y brazos, tapando sus oídos para dejar de escuchar como Kangin se burlaba de él. Su cuerpo temblaba, sintió como las lágrimas caían y golpeaban el suelo como suaves campanadas. Kangin aumento su risa.