Capítulo 20. "Un recuerdo desconocido"

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Las flores se marchitan y se dispersan, la luna se inclina y desaparece. Te amo. Te amo.

¿Regresaras?

Capítulo 20. "Un recuerdo desconocido"

Las flores del hermoso árbol de cerezo se mecían con la suave brisa del viento mientras que los pajaritos revoloteando a su alrededor cantaban al compás de su danza. Risas estrepitosas llenaban el silencio del tranquilo bosque.

Un chico de cabello rubio corría al ser perseguido por otro chico de cabello castaño. Ambos corrían alrededor del árbol como si la vida se les fuera en ello, riendo sin parar y hablando entre jadeos, mirándose cuando se encontraban frente a frente y separados por el tronco del árbol.

--Ríndete...--decía entre risas el castaño.

--Atrápame—contratacaba el de cabello rubio.

Las risas en cada segundo eran más escandalosas, llenas de travesura y alegría. Era un momento mágico lo que aquel par de chicos vivía, era como si ellos fueran los únicos en el mundo, como si nada les atormentara y nada les preocupara más. Jugaban como un par de niños a las atrapadas. Un momento donde no había más que risas y gritos entre sus jadeos de felicidad, complicidad y de compañía.

El castaño corrió lo más rápido que sus cortas piernas le permitían. El rubio que ya se encontraba cansado de correr fue bajando la velocidad, en un intento de ser atrapado por aquellos brazos que tanto amaba tener enredados en su cuerpo.

--Te tengo—la dulce voz del castaño susurró cerca de su oído, cuando logro atraparlo entre sus brazos.

--Me tienes—el rubio cabello se meció con la briza del aire...

Donghae despertó sobresaltado, su cuerpo cubierto de sudor y en su alma aquella sensación de vacío albergándola. Ya eran días de aquel mismo sueño, persiguiéndolo al instante de cerrar sus ojos. No lograba olvidar a aquellos chicos de los cuales todo lo que lograba ver era cabello rubio y castaño. Era tener que soportar cada mañana despertar entre jadeos y el vacío en su pecho, como si algo importante estuviera olvidando. Era como si su alma le susurrara que ese "algo muy importante" estaba dejando atrás, "algo importante" que no lograba recordar aunque lo intentara en sus sueños y en cada pensamiento.

A estas alturas Donghae ya sentía que de verdad su depresión lo estaba volviendo loco. No es normal que sueñe con otra vida. Otras personas sin rostro, unos completos desconocidos. Pensaba cada que se miraba al espejo después de despertar y limpiar el sudor de su cuerpo. Estaba nervioso por lo que estaba pasando con él y confundido por los sueños donde dos chicos de los que aún no lograba ver sus rostros sólo sus cabelleras y el sonido de sus voces, fueran los protagonistas. Ni siquiera sabía cómo es que lograba entender el idioma en el que hablaban los chicos, apenas y era bueno en el inglés.

Dulces y cariñosas. Comprensivas y melodiosas. Las voces de sus protagonistas sin rostro.

Una mañana más y el castaño se levantaba de su cómoda cama para arreglarse e irse al colegio. Su habitación, como habitualmente, estaba oscura. Donghae, al que importándole poco si chocaba con algún mueble, se dirigió al cuarto de baño. Dentro de la pequeña habitación iluminada Donghae observo su cuerpo en el espejo de cuerpo completo que enmarcaba la pared esquinada de lado izquierdo. Observo con interés su rostro, sus ojos cubiertos de ojeras super marcadas, el sudor perlando su frente. Bajo su mirada a su pecho jadeante que humedecía la camiseta blanca que usaba para dormir. Su mirada subió hasta su cabello castaño completamente revuelto y con la marca de la almohada. Se daba pena. Minutos más tarde, él sabía de una ducha rápida. Volvió a mirarse en el espejo, encontrándose completamente limpio de sudor y con su cabello aplastado y goteando agua. Sus dedos apurándose a acomodarlo como a él tanto le gustaba; con un flequillo de lado, que permitiera cubrir gran parte de su rostro. Pasando una toalla suave por su cuerpo hasta estar seco, se colocó su uniforme de manera ordenada. Salió del cuarto de baño y a tientas por su habitación encontró su mochila, colgándosela en los hombros salió de su habitación, no sin antes acercarse a su cama para sacar de debajo del colchón una hoja cubierta de uno de sus tantos dibujos y donde el nombre "Spencer" su mano había escrito por primera vez. Lo miró como si quisiera decirle algo que ni él mismo sabía, rápidamente negando para volver a esconderlo. Bajo las escaleras, preparándose para comenzar con otra martirizante mañana.

[EunHae] REENCARNACIÓN DE UN AMOR FALLIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora