CAPITULO 3
Le mandé un patronus a Osmar para que viniera a mi casa a hablar lo último como abogado, esto y las cosas terminaban, no sé como tenía la fuerza para lo que estaba haciendo, pero supongo que no tenía muchas alternativas.
- Me llamaste – apareció en la sala.
- Si, ¿quieres algo de tomar?
- No... gracias... estas mudándote – me dijo observando como tenía toda la casa.
- Conseguí comprador Osmar, necesito ir empacando, los compradores me dieron la mitad, el cheque está ahí sobre la mesa llévaselo al enano del abogado de Severus o a él, da igual.
- El no quiere el dinero.
- Pues que lo regale, no me interesa – me levanté del piso y puse las cajas ordenadas sobre el sillón – Me engañaba Osmar.
- Me lo dices ahora... podría haberle sacado mucho por la infidelidad.
- ¿Y de qué me hubiera servido? Me destrozó su engaño y la Mansión de Gales no iba a quitarme el dolor.
SS&HG
Eran sentimientos encontrados, por una parte el coraje que no tuviera el valor de decirme que tenía a alguien más, si hubiera sido así me hubiera rendido hace mucho, pero el hecho de que viera la cara me hervía la sangre, pero el dolor era mucho mayor que cualquier otra cosa, sentía la casa vacía y tantos recuerdos me estaban matando, por eso decidí comprar una casa en Londres, era mucho más pequeña que esta, la que Severus y yo compramos era casi una pequeña mansión, la rodeaba un amplio jardín con arbustos y flores que con tanta ilusión había escogido, la sala era enorme y el comedor amplio para cuando fuera mi familia y amigos a visitarnos, tenía una biblioteca, un despacho para Severus al igual que el laboratorio, cuatro habitaciones y de más. La casa que compre solo tenía dos habitaciones y era de un solo piso, ideal para una mujer divorciada, lo único que me faltaba era comprar un perro y darle mi amor al pobre animal, dicen que son mas fieles.
Tendría que vender varios muebles porque evidentemente no iba a poder colocarlos en mi minucioso hogar, eso me dio ventaja en lo que conseguía un empleo respetable, basta de depresión, cervezas y chocolate por las noches, yo no era así ni me dejaba vencer por tonterías. Tocaron a la puerta y se me hizo extraño, mis amistades eran magos y solo se comunicaban por chimenea. Abrí la puerta y se me paralizó el corazón.
- Jack... ¿qué haces aquí?
- Tan maleducada, tal parece que no quieres verme – me hizo a un lado para entrar a la casa, no era bueno mentir así que me estaba preparando mentalmente para el sermón y demás gritos.
- Pasa... ¿qué has hecho? – vio las cajas y frunció el ceño.
- ¿Y eso?
- Son cajas
- Que inteligente hermanita, ¿y los muebles cubiertos? ¿se mudan? – asentí mientras con la varita conducía otros objetos a cajas grandes – ¿A la mansión donde se casaron? – negué sin verlo – Hermy – me jaló para verme a la cara – Has llorado.
- Tonterías Jack.
- ¿Dónde esta Severus? ¿Podría pasar a saludarlo? – abrió la puerta de la biblioteca, que es donde casi siempre estaba, pero encontró la habitación vacía.
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Por una vez (Sevmione)
FanfictionSeverus le pide el divorcio a Hermione porque ha dejado de amarla, en medio de la soledad ella encuentra dos razones para continuar con su vida. ¿Qué pasará cuando Severus se de cuenta del error que ha cometido? ¿Cuál es la verdadera razón de su sep...