Capítulo 6

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CAPÍTULO 6

HERMIONE

Bueno niños, nos daremos un descanso para hacer otra cosa... ¿qué les parece si antes de jugar hacemos un dibujo? Pueden hacer lo que ustedes quieran.

Sí, profesora Granger – respondieron al mismo tiempo los niños, era mi grupo preferido, casi todos tenían alrededor de cuatro o cinco años, eran niños normalmente muy calmados y más alegres, los mayores estaban consientes de su perdida y se mostraba en su semblante.

Observaba a los chicos trabajar, estaban en bancas largas y en pequeños botes había colores, pinceles, acuarelas y hojas blancas... después de un tiempo considerable observe a un niño muy callado y ausente que trabajaba siempre a la perfección, excepto en los dibujos y a la hora de los juegos. Observé la lista para localizarlo, aún no me aprendía todos los nombres recordaba su nombre pero no su apellido.

¿Crane? ¿Podrías venir por favor?– sus ojos color grises tímidos y tristes me observaron, suspiró resignado y se acercó a mí. 

El pequeño debía cumplir los cinco años, era delgado de tez blanca y su cabello lacio y largo color castaño, sus ojos grandes y grises, reflejaban tanta tristeza y tantos secretos, tenía los labios delgados y rosados, y una nariz respingada y una voz increíblemente hermosa.

¿Si profesora?

- ¿Podrías mostrarme tu dibujo?

No lo he hecho – dijo en apenas un susurro.

¿Por qué?

Mmmm... no sé que dibujar.

Puedes hacer lo que tú quieras, tu juego favorito, un animal... a ti...

No sé dib... ar – me quede callada porque no sabía la historia del pequeño, casi de inmediato sonó la campana y observó con ansiedad la puerta.

Si quieres puedes irte a jugar... luego hablamos.

Con permiso profesora – dijo con una increíble educación para ser un niño tan pequeño, se retiro corriendo mientras me quedaba con un lío mental.

...

Salí a los jardines a seguir observándolo... se encontraba sentado por primera vez en una banca comiendo una fruta con la mirada perdida en un sauce, me recargué en la puerta de madera para verlo mejor, se percato de mi mirada y salió corriendo entrando por las cocinas, quise seguirlo pero Eli me detuvo, era la encargada del área de infantes de un año y medio a tres.

Tranquila... le gusta estar solo... en un buen niño, solo que vivió cosas que no debió ver nunca – la guerra, una maldita guerra que destruyó hogares, familias, truncó sueños y arruinó inocencias.

Es solitario, no es bueno para un niño tan pequeño... es callado, no juega, casi no come, no platica con nadie, no dibuja Eli.

Si... el psicólogo no ha podido hacer mucho por él, no le gusta hablar demasiado – como parte del nuevo programa se integró un medimago que se había especializado en psicología muggle llamado Richard, y esa parecía ser la única esperanza para la mayoría de los niños. 

SS&HG

Me encontraba en mi departamento recibiendo esa amorosa visita semanal de mi fastidioso y adorado hermano, orden de mi padre, ¿cómo si dudaran de mi capacidad de cuidarme sola? Veíamos una de tantas películas que nos gustaba en los veranos que iba a pasarlas con él en casa, cuando la lechuza llegó depositando un sobre blanco en la mesa de centro. Lo abrí y distinguí la caligrafía de Snape en un corto mensaje... lo leí de inmediato y lo deseche en la chimenea.

Por una vez (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora