Por una vez (Sevmione)

Capítulo 16

CAPÍTULO 16

SEVERUS SNAPE

—¿Qué pasó esa noche Leo?

—Mamá dormía a Lizzie — dijo inseguro de su decisión — y... mi papá tenía reunión con los mortifagos, le había permitido a mamá faltar porque Lizzie lloraba mucho, ella acababa de nacer, tenía algunas semanas, él estaba enojado porque los aurores habían capturado a muchos de ellos... se oían muchos gritos, aún los oigo, pedían que parara, esa gente suplicaba, creo que esas personas murieron esa noche, mamá... ella cantaba, esa noche puso algo de música para que yo no oyera todo eso... pensó que eso ayudaba — bajó la vista y esas lagrimas comenzaron a bajar por sus mejillas blancas, me abrazó y lloró sin que nada ni nadie se lo impidiera —. Cantaba y... no puedo Severus, no puedo decirte, no quiero hablar de eso, ya no quiero recordarlo.

—Tranquilo... lo haremos de otra forma.

—No Severus no quiero.

—Está bien ¿quieres conocer el laboratorio? — me tomó algunos minutos tranquilizarlo y después pude llevarlo a que conociera el laboratorio, estuvo ahí algunos minutos mientras yo le escribía una carta a Hermione avisándole como estaban las cosas.

—¿Cómo era mamá en pociones?

—Muy inteligente, no había una poción que no le saliera bien... cuando llegamos a pociones avanzadas le di un libro que la llevo a perfeccionarse en la materia, era perfecta y siempre terminaba con su pelo enmarañado como si le hubiera estallado el caldero en la cabeza — ambos terminamos riéndonos, yo recordándola a ella y él imaginándose a su madre de esa manera.

—Yo quiero ser tan bueno en pociones como tu Severus.

—¡Oh no! Tú serás bueno en lo que más te guste... puede ser pociones, herbología, encantamientos, transformaciones, o defensa contra las artes oscuras.

—No... yo quiero ser como tú — era un orgullo que el pequeño quisiera parecerse a mí en ese sentido, me sentía importante ante sus ojos, y eso era algo que nunca había tenido la dicha de experimentar.

—Bueno... eso me parece genial Leo, es tarde y creo que tú mamá puede preocuparse... ¿qué te parece si nos vamos y abogas por mí para que me deje cenar con ustedes?

—De acuerdo — salto del banco sonriendo —. Y ahora si habrá postre porque no me compraste helado.

—Vamos y te regalaré mi ración de postre.

—¿Completa? — me preguntó saliéndosele sus ojos de órbita.

—Completa, vamos ponte tu túnica y te espero en la chimenea.

HERMIONE

Nunca me había separado de Leo de esa forma, me estaba comiendo las uñas de la desesperación, estaba tan nerviosa que había mandado comprar la comida y hasta comprar un pastel, no tenía ánimos ni fuerzas de cocinar algo yo.

—Ven Lizzie — la abracé y la subí a la mesa poniéndole una túnica roja —. Pareces una caperucita roja.

—Mamí... — saltó a mi cuello y me la llevé a la sala a seguir jugando con una muñeca que Severus le había llevado. De pronto por fin la chimenea se activo anunciándome la llegada de mi hijo.

—Mamá... Severus me enseñó su laboratorio, es enorme y dice que eras su mejor alumna.

—¿A si? No le hagas caso, Severus es un mentiroso — bromee mientras él salía de la chimenea.