Narcotraficante

Capítulo 48. (Castiel)

Para aclarar el capítulo anterior. He cambiado la edad de Castiel a veintisiete años, ya no tiene veintidós. La verdad es que tienen razón, es muy joven.

Así que...sí, en ese entonces Castiel tiene diecisiete.

Por cierto, haré un nuevo "Preguntas + Respuestas" para aquellas que no pudieron preguntar *se esconde de Perla* y para las que no quisieron comentar *las fulmina con la mirada*. Así que...por favor, pregunteeeen porque sino shoro.

Las jamo.

Hagan sus preguntas por privado. Desdeeee...¡ia!

Lean.

___•___

Diez años atrás.

—No.– Mi tono es decidido.

—¿No?– Pregunta con una pequeña sonrisilla.—Muy bien. Entonces...ya no trabajas más para mi. Vete.

Señala con su cigarrillo hacia la puerta verde y sin protestar salgo a grande zancadas de esa cochina habitación. Tal vez había perdido el único "trabajo" que me generaba mucho dinero, pero yo no estaba dispuesto a hacer lo que me pedía a cambio de un montón de euros.
Yo jamás había matado a alguien, no siquiera a un animal. Y por necesidad no lo haría esta vez, conseguiría otro trabajo y me conformaría con lo que me dieran, estaba consciente de que ya no obtendría la misma cantidad de euros que obtenía en este "trabajo". Pero yo no era una mala persona, no lo soy.

Habían pasado tres días después de aquello, no había podido encontrar trabajo y ya me estaba desesperando. Le daba una y mil vueltas a lo que me había negado a hacer. Mamá, Lily y Cameron estaban felices porque ya no trabajaba más en ello, nunca estuvieron de acuerdo en que me arriesgara así, no querían que estuviera envuelto en ese mundo.
Los tres habían ido a casa de una tía de nosostros, de la cual recibíamos una pequeña ayuda. Pero que no cubría todo, una gran mujer con un gran corazón. Ellos dormirían esta noche allí, yo no fui. No quería y no podía, esta noche iba a salir con Christoph, mi mejor amigo. A pesar de que ya no trabaja para su padre aún seguíamos en contancto. Agradecía a Dios que Kennet no hubiera tomado represalias contra mi o mi familia, aunque tampoco estaba tan confiado.

Mientras miraba la televisión los recuerdos de su petición volvían a mi.

Flashback.

"—Tengo una nueva tarea para ti mi querido Castiel.

—¿Qué debo hacer?

Se levanta de su asiento y con una pequeña sonrisa da una calada a su cigarrillo. Golpeo constantemente el suelo con la punta de mis botas y me impaciento por no saber que querrá esta vez.