Capítulo 64.

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Capítulo corregido por: ivettelaflaca.
Linda, muchas gracias por todo.♥

Dedicado a: vanesa1911.

Francisco Lachowski en multimedia (Andy)

Leer nota al final.

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—Debo admitir, que al igual que a ti, también me encantan las noches estrelladas, de niño siempre salía a acampar con mi madre en noches como estas —dijo, mirando hacia el cielo con una pequeña sonrisa en los labios.

No sabía cómo habíamos terminado conversando así, y menos que tuviéramos cosas en común. Christopher era un chico muy divertido, y en mi opinión, muy agradable. A su lado no corrías el riesgo de aburrirte; ahora mismo contemplábamos juntos el cielo plagado de estrellas, no había un solo lugar en el que no hubiera una, mirara por donde mirara no había un espacio sin una sola. Hacía ya casi media hora en la que nos habíamos dedicado a apreciar la hermosa vista de la noche londinense, acompañados de la suave brisa y de la relajante canción que los grillos tocaban. Desde nuestra posición, se podían escuchar los gritos de mujeres y hombres, no tenía ni idea de que estarían haciendo pero aquí se estaba bien.

—Muy pocos tienen el privilegio de contemplar un cielo así de hermoso, los humanos, nos hemos encargado de destruir todo lo bello que existe en este mundo. Somos la perdición del planeta, acabamos con nosotros mismos y...con otros —declaró, su voz apagándose a medida que terminaba la frase. Me percaté de lo melancólica que se puso su voz y expresión.

Medité sus palabras, el hombre tenía razón, ¡Y cuanta! Éramos nuestra propia perdición, y el mundo se iba enredado en nuestros pies.

—Estoy de acuerdo contigo, no pudiste haberlo dicho mejor —agregué.

Asintió y me dedicó una pequeña sonrisa.

—¿Viniste sola? —preguntó.

—No —respondí—. Vine con mi novio, es amigo de Virginia y Callen.

Alzó ambas cejas y asintió a mis palabras.

—Vaya, tienes novio —apuntó—. ¿Puedo saber quién es? de seguro lo conozco, he compartido con muchos jefes en este mismo lugar, mi padre negociaba con los padres de los suyos.

Dudaba mucho que Christop conociera a Castiel, puesto que si lo hiciera sabría que soy su mujer, como este último afirmaba, y me reconocería de inmediato, además, no recuerdo haberlo visto el día en que Castiel me presentó como su amante, jefa y Diabla de Black Blood. Ese día habló con la mayoría de los mafiosos, y Christop no estaba entre ellos, ni tampoco recuerdo haberlo visto merodear por los alrededores.

—Castiel Johnson, "El Hijo del Diablo", jefe de Black Blood —señalé, sin poder evitar que el orgullo se marcara en mis palabras y voz.

Esperaba que me felicitara o que soltara algún comentario sarcástico, tal vez, que dijera lo mucho que le temían a Castiel. Pero no, su reacción fue totalmente lo contrario. El color desapareció de su rostro, su normalmente tez pálida ahora parecía casi gris y sus ojos estaban abiertos de par en par, como un búho, vi como tragó saliva duramente, con dificultad. Parecía alarmado o asustado, no sabría descifrar cuál sentimiento lo dominaba, pero su nerviosismo era más que evidente porque, a pesar de que la noche estaba fresca, empezó a sudar y sus manos temblaban. Lo contemplé con preocupación, escuchar el nombre de Castiel fue como una bomba para él. El detonante de muchas preocupaciones, sin embargo, solo eran suposiciones mías, lo que mi mente creía y nada más. Puede que fuera uno de los tantos que se atemorizan con solo escuchar su nombre. "Castiel" es como un sinónimo de "Morirás ahora".

NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora